Singular sorpresa se llevaron los primeros clientes que fueron esta mañana a una cochera de Güemes al 2100, en barrio Pichincha: de atrás de una fila de autos apareció un ciervo, entre saltos y correteos nerviosos.

El animal, ante la presencia humana, intentó escapar del lugar pero sin éxito. En su inquietud y confusión, arremetió contra las paredes, saltó en vano, pisoteó algún capot y hasta rompió el vidrio de una puerta con una embestida. Sufrió varios golpes en esa intentona, y una evidente agitación.

Desde la cochera denunciaron la situación y se comisionó una dotación de la Policía Comunitaria y Defensa Civil para capturar al animal y proceder a su regreso a su hábitat natural, previa escala en la granja La Esmeralda, de Santa Fe. Luego de unos momentos que dejaron transcurrir para que el animal se calme, lo atraparon y lo subieron a una camioneta que lo llevará a aquel destino de rehabilitación.

Se trata de un ejemplar joven, de la subespecie Axia, originaria de Asia. Un oficial consultado conjeturó que el animal pudo haber llegado desde las islas entrerrianas.

La irrupción de este animal silvestre, claramente ajeno a esta zona, hizo recordar otro episodio similar ocurrido en noviembre de 2018, y también en Pichincha. Entonces, un cervatillo parecido al que apareció este jueves, llamado popularmente Bambi por el personaje de Disney, sorprendió a más de uno cuando de madrugada atropelló el ventanal del bar de Jhonny B. Good, en Oroño y Güemes, y lo atravesó.

No trascendió el fondo del asunto, pero quedó la sospecha de que la aparición de estos animales en el pavimento urbano es un emergente del tráfico de especies y la caza furtiva. Entre los rescatistas que intervinieron campea la sospecha de que en esa zona de Pichincha reside alguien que se dedica a esa actividad ilegal.

En aquel entonces, una conocedora del asunto, María Esther Linaro, dijo a Rosario Plus: “Ya debe haber animales nativos en la zona y en Entre Ríos. Pero esto seguramente fue un  traslado ilegal sin permisos de los animales para los cotos de caza durante la madrugada”, explicó la responsable de MundoAparte, un predio ecológico en la zona noroeste de Rosario, donde se rehabilitan y recuperan animales que han sido dañados, como leones, monos, entre otros.