El artista plástico Milo Lockett instaló junto a Greenpeace una botella de dos metros de altura frente a las oficinas de Coca Cola en el centro porteño, bajo el mensaje "Sprite, reforestá ya". 

"Estamos interviniendo una botella de una marca que dice ser sustentable y sin embargo le compra limones a una empresa que destruyó bosques nativos", dijo Lockett este miércoles mientras combinaba su rol de artista y activista frente a las oficinas de la marca.

El reclamo concreto a Coca Cola es que reforeste tres mil hectáreas que, aseguran, desmontó su proveedor en Salta, La Moraleja S.A., quien le suministra el jugo de limón concentrado. El pedido además es para que establezca una política de cero deforestación para sus proveedores.

La desmentida de la multinacional

Sin embargo, Coca Cola aseguró luego en un comunicado que "Sprite no deforestó ilegalmente" y que "desde el inicio del reclamo estamos facilitando conversaciones que involucran a La Moraleja, a ProYungas -una fundación especializada en la conservación del bosque nativo en el área-, al gobierno de la provincia de Salta y al Ministerio Nacional de Medio Ambiente".

La empresa afirma que La Moraleja "cumple con las regulaciones correspondientes al uso de tierra" y que desarrolla con ProYungas "un plan de conservación en la región, que incluye casi 7000 hectáreas" en el área de la Reserva Nacional Pizarro.

"En Argentina y en todo el mundo, trabajamos con socios en múltiples proyectos para ayudar a conservar decenas de miles de hectáreas de bosques", agrega el texto de la empresa, que considera a la agricultura sostenible a nivel global como "uno de los principios centrales de Coca-Cola".

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) indicó que la Argentina está entre los diez países que más destruyeron sus bosques en los últimos 25 años, y que el 80% de la deforestación se concentra en cuatro provincias del norte: Santiago del Estero, Salta, Formosa y Chaco.