Las elecciones generales celebradas este domingo transcurrieron con normalidad en la mayoría de los distritos. Sin embargo, tres localidades quedaron bajo la lupa por situaciones insólitas: en Aldao ganó el voto en blanco, en Melincué fue electo un candidato imputado por fraude, y en Colonia San José el único postulante no obtuvo ni su propio voto.

Un preso electo 

En Melincué, departamento General López, el libertario Silvio Adrián Garbolino ganó la presidencia comunal con 699 votos, superando por un estrecho margen a la actual mandataria Noelia Gallisso (Unidos para Cambiar Santa Fe), que cosechó 682 sufragios. Lo llamativo es que Garbolino fue detenido por una causa de fraude vinculado a su gestión como gerente de una mutual local y recientemente logró la libertad bajo fianza.

La denuncia que motivó su arresto fue presentada el pasado 19 de junio, en el marco de una investigación por irregularidades financieras con cheques y créditos. A pesar de esto, en las PASO de abril ya había sido el candidato más votado de manera individual.

El blanco le ganó a la única candidata

Otra situación peculiar ocurrió en Aldao, en el departamento San Lorenzo, donde la única candidata, Claudia Maceratesi (Unite por la Libertad y la Dignidad), fue superada por el voto en blanco. De los sufragios emitidos, 157 fueron en blanco (52,7%), mientras que ella cosechó 141 votos. A pesar de esto, renovará su mandato por ser la única postulante.

Desde su entorno, sin embargo, difundieron un comunicado en el que atribuyen el resultado a un error en la carga de datos en la web del Tribunal Electoral, señalando que se habrían omitido 132 votos afirmativos que no fueron reflejados en el sistema. 

Candidato sin votos

Finalmente, en Colonia San José, departamento Las Colonias, se dio otro caso llamativo: Pedro Luis Peretti, el único candidato, no recibió ni un solo voto. Aunque había 228 ciudadanos habilitados, apenas la mitad asistió a votar. Los datos del escrutinio provisorio indican que hubo votos en blanco (13,1%), anulados (7,8%) y 90 que deberán ser revisados en el escrutinio definitivo. El dato más resonante es que ni él fue a votar por sí mismo.