Un templo budista de Tailandia fue cerrado luego de detectar que todos sus monjes estaban bajo los efectos de drogas. Las pruebas fueron realizadas a los cuatro monjes, incluyendo al abad (el jefe), y todos arrojaron resultados positivos de metanfetaminas, según especificó un funcionario a la agencia de noticias AFP. 

El operativo policial tuvo lugar en medio de una campaña nacional para combatir el narcotráfico. Luego de dar positivo en los resultados, Boonlert Thintapthai aseguró que los monjes fueron trasladados a una clínica de salud para que pudieran someterse a un programa de rehabilitación de drogas. 

Tras el traslado de los monjes al sanatorio de rehabilitación, el templo quedó vacío y los aldeanos se encuentran preocupados por no poder "crear méritos", lo cual es una práctica budista importante en la que los fieles adquieren una fuerza protectora a través de las buenas obras, en este caso, al dar comida a los religiosos.

El responsable de la zona Thintapthai dijo a los funcionarios regionales que en el distrito de Bung Sam Phan buscaron la ayuda del jefe monástico local, quien prometió asignar nuevos monjes al templo en un intento por abordar las preocupaciones de los fieles.

En los últimos años, Tailandia comenzó a tener un problema importante con las metanfetaminas, a tal punto que las incautaciones de esta droga alcanzaron un récord, superando el máximo histórico de 2021, según indicaron desde la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.

Tailandia es un importante punto de tránsito de metanfetaminas, ya que la droga llega desde Myanmar, que es el mayor productor mundial, a través de Laos. Además, las píldoras de metanfetamina se venden en las calles con un valor de alrededor de 1,40 dólares. 

El mes pasado, el primer ministro de Tailanda, Prayuth Chan-ocha, ordenó medidas drásticas en la lucha contra las drogas, luego de que un ex agente de policía abriera fuego en un una guardería, terminando así con la vida de 37 inocentes.