Abandonar -o pausar por tiempo indeterminado- la rutina, renunciar a cierta estabilidad y "dejar" los afectos (como si fuera una cosa que se puede depositar en algún lugar para ir a buscarla más tarde) con el objetivo de emprender un viaje con más dudas que certezas, es un desafío al que no muchos se animan. Sin embargo, otros tantos sí. Y no se trata de una hazaña de magnitudes épicas sino más bien de una inyección de adrenalina que tiene como meta final "ganarle" al paso del tiempo. Al menos esa fue la premisa inicial que animó a Maty, Nadia, Santy y July a poner en marcha el motorhome y salir a la ruta.

"Todo empezó en 2019, previo al inicio de la pandemia. Yo en las redes seguía a unos chicos que armaron una casita arriba de un Ford 100 ya partir de eso el algoritmo me empezó a sugerir más viajeros hasta que llegué a "Al mundo en familia". Eso nos despertó intriga y nos preguntamos '¿por qué no hacemos lo mismo?'", comenzó relatando a RosarioPlus.com Matías, quien junto a su esposa y a sus dos pequeños hijos partió de Roldán el domingo pasado con la idea de recorrer parte de Latinoamérica abordo de un colectivo.

"Nos propusimos romper con la vida tradicional. Nos gusta mucho viajar y, como todos, teníamos diez o quince días de vacaciones en verano y alguna escapadita en invierno. El mundo es muy grande y nos dimos cuenta de que conocíamos muy poco", explicó el hombre de 40 años sobre la nueva experiencia en la que se embarcaron y que, día tras día, van compartiendo a través de la cuenta de Instagram "Felices viajando", que ya cosecha más de 4 mil seguidores. 

Luego de tomar la decisión de recorrer Latinoamérica abordo de un motorhome, Matías contó que lo primero que hicieron fue comprar un colectivo de media distancia el cual remodelaron por completo con sus propias manos y sin ayuda de nadie más. Lo desarmaron, cambiaron los pisos, lo aislaron acústica y térmicamente y panelizaron con estructura de Durlock. Armaron distintos ambientes: cuartos, una cocina comedor y un baño. Además lo bautizaron "Sofía" en un homenaje a su papá (cuyo nombre en realidad era Ricardo pero es una historia larga).

"La base está"

La idea de que los pequeños July y Santy, de 7 y 9 años respectivamente, sigan escolarizados constituyó "la base del proyecto", aseguró Maty. Esto es posible gracias al Servicio de Educación a Distancia que brinda el gobierno nacional y que está destinado a niños y jóvenes argentinos o hijos de argentinos que se encuentran radicados temporariamente en el exterior. Un programa pensado en pos de no perder el "sentimiento de pertenencia", ponderar la práctica del idioma nacional y también para que no resulte difícil la reincorporación al sistema educativo.

"Queríamos que al momento de emprender el viaje July sepa leer y escribir, es decir que haya terminado primer grado, -lo que sucedió en 2021- y que el más grande aún no sea adolescente, principalmente para no molestar su intimidad. Para ellos no es natural pero tampoco les sorprende la idea. Les parece una aventura", contó.

Los melones se acomodan andando

Matías es dueño de una vinoteca en Rosario y además trabaja en una empresa de revestimiento de diseño para alambrados. A la primera actividad la dejó en pausa y a la segunda la sostendrá con una buena conexión a Internet. Por otro lado, alquilaron la vivienda que habitaban en Roldán y, para generar ingresos de moneda local en cada país que visiten, pensaron algunas ideas variopintas: arreglos y mantenimiento con las mismas herramientas con las que remodelaron el colectivo, venta de suculentas y artesanías, y hasta licores caseros.

"No es una locura en gastos, cuesta mucho menos de lo que muchos se imaginan. Se puede hacer de forma austera. Lo primero es tomar la decisión e ir por eso. Los melones se acomodan andando", sostiene al tiempo que subraya lo importante que es contar con alguien que esté en la misma sintonía: "El 50 por ciento de todo esto es de Nadia, porque si uno quiere dos no pueden".

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Del Instagram de felices.viajando

Comunidad

La tendencia va en aumento y cada vez son más los que se animan y se suman a la movida de recorrer el país en familia arriba de un motorhome, camper (es como una casilla que va sobre el vehículo) o la tradicional casa rodante. "Estamos en contacto con un montón de viajeros, desde los youtubers más famosos hasta gente a la que inspiramos nosotros", contó Matías en relación a la importancia que tienen las redes sociales a la hora de conocer más sobre este modo de vida. De hecho, mencionó que una de las historias que los marcó fue la de Candelaria y Herman Zapp, los padres de una familia que se forjó dando la vuelta al mundo a lo largo de 20 años, una verdadera aventura que plasmaron en el libro "Atrapa tus sueños" (un best-seller ineludible para cualquier viajero).

Aquí y ahora

El domingo pasado echaron a andar el colectivo devenido en motorhome. Partieron de Roldán rumbo a Concepción del Uruguay, Entre Ríos, y luego tienen previsto conocer parte de Brasil, el Norte argentino, Chile, Perú, Ecuador y finalizar en Colombia allá por el mes de diciembre. ¿Por qué hacerlo? "Porque aunque suene trillado la vida es una sola y pasa volando. Eso me deja pensando mucho sobre el aquí y ahora y en no posponer este tipo de viajes para cuando los chicos sean grandes, o cuando nos jubilemos o ganemos el Quini", reflexiona Matías y, tras un instante de silencio, agrega: "Me flashea el tiempo que va y no vuelve y lo grande que es el mundo". Antes de cortar, del otro lado del teléfono, se puede percibir cómo sus pies se se separan del piso mientras esboza una sonrisa como augurio de lo que se viene.