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¿Quién no vio alguna vez a perros atados a la puerta de un supermercado? Es que normalmente ningún comercio deja entrar a las mascotas. Y claro, cuando uno quiere aprovechar el paseo para volver a casa con las compras necesarias, la cosa se complica.

Por eso en este super de la localidad de Luino, situada al norte de Milán (Italia), se lanzaron con esta idea: carritos adaptados para que las mascotas pueda acompañar a sus dueños también en las compras. Lo que hicieron fue dividir el espacio del carro de tal manera que en la parte frontal quede un espacio para el animal.

Quien pensó en esta opción fue el director del establecimiento, Gianfranco Galantini, que decidió adaptar los carros comunes para que los perros no tuvieran que esperar fuera del establecimiento. Eso sí, el tamaño del can también debe ser acorde a los espacios en los carros, por lo que los perros de gran porte deberán seguir esperando fuera.