Una empresa está teniendo repercusión mundial por crear un inodoro con un particular diseño: está inclinado hacia adelante unos 13 grados. Es decir, queda sutilmente en bajada, pero lo suficiente como para cansar la pose y hacer más rápido el paso por el inodoro.

StandardToilet propiedad de Mahabir Gill es la empresa del modelo de la ¿polémica? Es que obliga a retirarse rápido del inodoro (como máximo cinco minutos se calcula), lo que en el ambiente laboral escondería un intento de mayor productividad. En otras palabras, que los empleados no se queden mucho tiempo sentados en el inodoro perdiendo tiempo.

“Se estima que, sólo en Gran Bretaña, los descansos extendidos de los empleados en los inodoros le cuesta a la industria y el comercio 5,2 mil millones de dólares al año”, aseguró, algo exagerado, Gill. Supuestamente también lo solicitan las tiendas que necesitan que haya una rápida rotación en sus baños públicos.

En la foto queda claro cómo la inclinación es sutil, no tiene efecto tobogán pero sí genera desgaste al tener que usar las piernas para soportar el peso del cuerpo, posición que unos minutos después se volvería cansadora obligando a su usuario a levantarse.