Sí, es muy loco, pero es real. Se trata de un hotel llamado Countryside, ubicado en Suecia. Un lugar en el que cualquier pareja casada que se aloje tiene asegurado de antemano que sería posible recibir un reembolso.

Eso sí, para recibir la plata de vuelta debería divorciarse. Así como lo leen. El alojamiento asegura que su espacio ofrece tanto bienestar que sería difícil que el amor se terminara. Al menos en ese plazo de un año.

Por eso les dice a los clientes casados que duermen en una de sus habitaciones que si en el tiempo que va desde ese momento y hasta que hayan pasado 365 días se produce una ruptura y hay divorcio, les devuelven el dinero a ambos cónyuges.