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La amenaza y la gravedad del coronavirus hizo colapsar la demanda mundial de barbijos y máscaras, por lo que la necesidad de tener algún protector facial creció y llevó a la gente a intentar cualquier cosa por sentirse protegida del virus.

Max Siedentopf es un diseñador aleman que vive en Londres, que ha usado estas ideas para crear una serie de retratos un poco provocativos en el que muestra elementos cotidianos que se han usado como barbijos o máscaras.

El proyecto de Sieedentopf, llamado "Cómo sobrevivir a una virus mortal" consta de 12 fotos y vas a encontrar de todo: desde zapatillas deportivas atadas alrededor de la cara con los cordones hasta una lechuga pegada a la cara o alguien que se envolvió en una carpa. 

Y todas fueron propuestas que existieron de verdad antes de la sesión fotográfica: "La gente compartió fotos de soluciones alternativas a la máscara de aire convencional, utilizando objetos como cáscaras de naranja, sostenes o botellas de agua", dijo el artista sobre lo que inspiró a su trabajo.

Y aunque no haga falta aclararlo, por las dudas lo aclaramos: Si creíste que taparte la cara con un pote de Nutella podría funcionar, NO, las propuestas de Siedentopf forman parte de una muestra de fotos y no brindan protección efectiva contra el coronavirus.