Fue un largo trabajo y ahora solamente resta que un escribano público lo certifique. En Buenos Aires, más de 60 pasteleros trabajaron toda la noche para confeccionar una torta frutal de 750 metros, tamaño que será verificado para alcanzar el récord Guinness y superar la marca de la torta más larga que hasta hoy era de 561 metros y fue elaborada en Indonesia.

"La torta se fue ensamblando de a poco y se utilizó materia prima que nos garantiza la conservación en buen estado hasta el momento de ser cortada y repartida a las personas que asistan a los festejos", explicó Juan Rufino, uno de los especialistas convocados para llevar adelante este proyecto que fue avalado por el sindicato de pasteleros.

Los bizcochuelos, que tienen 50 centímetros de largo cada uno, fueron hechos por distintas panaderías y colocados en dos mesones con forma de U que se montaron sobre las dos manos de la avenida Mate de Luna, junto al Monumento al Bicentenario, en la zona del parque Avellaneda.

A partir de ahí, 60 pasteleros se encargaron de ensamblarlos, cubrirlos con merengue y darle toque final ya que en la parte superior se escribieron las estrofas del himno nacional.

Para elaborar la torta se utilizaron 40 mil huevos, 1.350 kilos de harina y cuatro toneladas de azúcar, a lo que deben agregarse 500 kilos de frutas (frutilla, pera, banana y frutas abrillantadas) y 2 mil kilos de dulce de leche utilizados para el relleno.

El pastel gigante fue recubierto con una tonelada de merengue que se elaboró con cinco batidoras industriales instaladas en el parque Avellaneda. Lo novedoso, además del tamaño, es que una parte de aproximadamente 40 metros de la torta es apta para personas celíacas.