La historia es tan increíble que parece emular en la realidad a la satírica y polémica película que Seth Rogen y James Franco hicieron en 2014 sobre el líder norcoreano Kim Jong-Un. En La Entrevista, un conductor de televisión y su productor reciben permiso para ingresar a Corea del Norte (los estadounidenses tienen prohibido pisar su suelo) sólo porque el extravagante Kim es fanático del programa que hacen. El personaje de Franco termina empatizando y haciéndose amigo del norcoreano a pesar de que este último esté, en líneas generales, siempre dispuesto a destruir América del Norte y el resto del mundo si fuera necesario. 

Resulta que la premisa no es tan inverosímil, porque algo así ocurrió con ni más ni menos que el ex NBA Dennis Rodman. En 2013, el sitio Vice descubrió que Jong-Un tenía una obsesión con los Chicago Bulls y apeló a este fanatismo para lograr ingresar al país. Así fue que Dennis Rodman llegó por primera vez a Pyongyang para participar de un partido de exhibición (de básquet, obvio) junto a un par de los Globetrotters. Después de eso, volvió cinco veces y entabló un vínculo muy cercano con el líder que algunos consideran un dictador y un tirano. 

Por supuesto, el mundo occidental trató a Rodman de traidor y de haber sido engañado vilmente por Kim. Pero el basquetbolista que supo ser parte del legendario plantel de los Chicago Bulls donde también jugaban Michael Jordan y Scottie Pippen, está muy seguro de lo que vio y de lo que piensa. "Hace todo por la gente", afirmó sobre Jong-Un, al cual se anima a considerar "un amigo para toda la vida". Rodman está alucinado con todo lo que el norcoreano construyó y cuan barato es el acceso a ciertas "amenities". Además, afirma que todo lo que se dice de Corea del Norte es una construcción mediática de Estados Unidos para justificar su avance bélico. 

Lo increíble es que algo similar le pasa al personaje de James Franco en "La Entrevista", sólo que al final de la película, claro, descubre "el lado oscuro" de Kim y se pudre todo. Al fin y al cabo, es Hollywood. Pero Rodman es amigo posta del norcoreano: según contó, es el único no-familiar que tuvo en brazos a su hijo. Como si fuera poco, tiró información de primera mano sobre el líder: aseguró que es fanático de la música de los 80 y que ama a los Doors y Jimi Hendrix. 

Pero también cuenta con datos que casi que cuentan como de servicio de inteligencia. Acorde a Rodman, la postura de Kim es meramente defensiva y que sus intenciones reales son generar nuevos tratados de paz con Estados Unidos y Corea del Sur. "Quiere abrir las puertas a los estadounidenses, no matarlos", afirmó. También dijo que Kim quiere hablar por teléfono con Obama (con Trump, parece que no) para mejorar las relaciones bilaterales. "No es como su abuelo o su papá, él en realidad quiere un cambio y está haciendo cosas muy buenas por la gente", dijo.

En esas charlas, Rodman se sintió una especie de mediador entre la cultura norteamericana y el pueblo norcoreano. Un poco fuerte. Pero también dijo que los Estados Unidos amenazaron con procesarlo por traición, así que por ahora no estaría mediando mucho. El ex-NBA no se conforma: quiere llevar a otros estadounidenses famosos para que conozcan "la verdadera" Corea del Norte y las relaciones entre ambos países mejoren. Según contó, quiere convencer a Oprah de que lo acompañe en su próximo viaje.