Un candidato en las elecciones de Estados Unidos ganó el favor del electorado de su estado, Dakota del Norte, a pesar de haber fallecido hace un mes por coronavirus.

Se trata del republicano David Andahl, postulado a la Cámara de Representantes, pero que, con 55 años, murió el 6 de octubre por covid 19 que contrajo en campaña.

Y no es que los electores hayan votado a Andahl sin saber que murió, o prefiriéndolo muerto incluso, sino que hubo en ese estado un gran crecimiento de votos enviados por correo, debido a la pandemia. De esa manera, muchos sufragios llegaron al circuito electoral antes de que se conociera la noticia de la muerte del candidato.

Y mientras tanto, su rostro de ganadero conservador y su nombre siguió en las pancartas y carteles callejeros de la campaña a pesar de que ya no estaba en este mundo. Y le alcanzó para una victoria post mortem.

Ahora el Partido Republicano debe nombrar un sustituto. "Si un candidato fallecido recibe la mayoría de los votos, el candidato es elegido", explicó Wayne Stenehjem, el fiscal general de Dakota del Norte, en una entrevista a ABC News. "Sin embargo, si el candidato fallece se genera una vacante. La ley estatal indica el proceso para ocupar las vacantes de un cargo legislativo", añadió.