Si se va caminando por un parque y se encuentran unos dedos putrefactos saliendo de la tierra, lo primero que hay que hacer es descartar un ataque zombie. Si la invasión está descartada, seguramente se trate de estos particulares hongos.

El hongo Xylaria polymorpha, conocido comúnmente como dedos de muerto, se nutren de la madera putrefacta y de las heridas que tienen algunos árboles en sus troncos. Durante su desarrollo, cambia de color adquiriendo en el proceso su particular apariencia.

En una primera etapa es de color azul claro o grisáceo, con la punta más blanquecina, color que le dan las esporas asexuales que se acumulan sobre el hongo. Esta fase suele producirse durante la primavera. Luego, en verano, la tonalidad del hongo se va oscureciendo de forma paulatina, llegando a secarse y a ponerse completamente negro en otoño, algo parecido a lo que les sucede a las plantas cuando mueren.

Una característica especial del Xylaria polymorpha, en comparación con otros hongos, es que se desarrolla lentamente en pocos meses y se pueden encontrar en cualquier época del año. Este hongo no tienen valor gastronómico y, además, su consumo puede ser peligroso. 

Otras de las curiosidades que se asocia a estos hongos es la creencia de que la madera que ha sido afectada por los dedos de muerto es más adecuada para fabricar violines. La razón son los compuestos químicos presentes en el material: el tirosol, el antifúngico xilaramida y la sordarina.