El film musical “Annette”, con Adam Driver y Marion Cotillard, fue el film que abrió el 74 Festival de Cannes el pasado martes por la noche, y pese a los protocolos impuestos a los asistentes, algunas estrellas posaron ante las cámaras sin barbijos a la vez que se escapó algún que otro beso, si bien los organizadores habían garantizado que no habría.

“Es importante el regreso del Festival y poder celebrar el cine de autor en la gran pantalla”, dijo Almodóvar de vuelta a Cannes dos años después de haber competido por sexta vez por la Palma de Oro con “Dolor y gloria”.

El director español fue el encargado de otorgar la Palma de Oro de Honor a Jodie Foster, 45 años después de que la actriz y directora estadounidense pisara por primera vez Cannes con “Taxi Driver”, de Martin Scorsese.

“Quién hubiese pensado que esa niña se convertiría en la artista excepcional que es ahora”, dijo Almodóvar. Foster mostró su “orgullo de pertenecer a la comunidad” cinematográfica y celebró también el regreso del festival, aunque “no hay nada como pasar una velada en ‘jogging’ mirando una película”, bromeó, y a los organizadores poca gracia ha de haberles hecho con todos los esfuerzos de testeos y protocolos que se debieron realizar.

Pese a la falta de barbijos ante las cámaras y los besos furtivos, el Festival estableció para el resto de los mortales condiciones de acceso estrictas: los europeos vacunados o con inmunidad natural debían presentar el documento sanitario reconocido por la Unión Europea, y los demás hacerse un PCR cada 48 horas. Sin embargo las salas no tienen limitación de aforo.

La laureada Jodie

Nacida en Los Ángeles en 1962, Foster ostenta dos premios Oscar por "Acusados" (1988) y "El silencio de los inocentes" (1991) y un camino como cineasta con títulos como “Mentes que brillan” (1991), “Feriados en familia” (1995), “La doble vida de Walter” (2011) y “El maestro del dinero” (2016).

En 2013 hizo pública su homosexualidad con un emotivo discurso en los Globos de Oro donde expresaba: "Ya salí del armario hace cientos de años, en la Edad de Piedra. Aquellos días encantadores en los que una joven y frágil niña se sinceraba con amigos, familia y compañeros que la conocían, para al final sincerarse con todo el mundo".

Con 52 años en el mundo del cine, desde que tenía seis supo que quería dirigir películas, a pesar de que su madre le dijo que “las mujeres no podían ser directoras, a menos que escribieran". No es el único consejo en el que se equivocó, como señaló la actriz.

"Las cosas han cambiado. Cuando yo comencé este trabajo no había mujeres, hace 50 años. Encontrabas a la mujer que hacía de mi madre, la maquilladora, la script y un poco más", explicaba la actriz. Ni siquiera la llegada de mujeres a la producción hizo que contrataran a más mujeres en otras labores. "En Europa hay bastantes mujeres realizadoras pero no nosotros (en EE.UU.). Es un camino inacabado".

Para Foster también resultó importante recibir el galardón de la mano de Almodóvar, porque su cine fue el primero verdaderamente feminista que vio. "El primer cine que habla de mujeres desde dentro", dijo del estilo de Almodóvar, un director que sabe entrar en el corazón de la gente, algo que muy pocos realizadores logran.

Un filme, "Taxi Driver", que marcó un momento de transformación del cine y del que se siente muy orgullosa. "La gente creía que era muy pequeña para hacer un papel de prostituta y él (Scorsese) quería saber si estaba psicológicamente preparada para hacerlo". Y lo estaba.

Tras una carrera tan larga y variada, aseguró que no le importaría nada hacer un papel en una película de Marvel -le gusta "Iron man"-, y no tiene ningún miedo a las plataformas porque "el cine no son solo las salas".

"El cine evoluciona con la tecnología y con la cultura", las plataformas se han llevado a todos los artistas y la pandemia ha acelerado las cosas, los espectadores han cambiado y no quieren gastar dinero en cine. "Pero espero que vuelvan los cines porque es una experiencia única". EFE