Guns N´ Roses volvió a la Argentina a 30 años de su primer desembarco en el país y brindó un demoledor recital de tres horas ante un River colmado de fanáticos.

Con la presencia escénica de Axl Rose y un iluminado Slash en la guitarra, la banda hizo gala de una envidiable entrega y un repertorio de temas con clásicos de todos los tiempos. 

Claro que Axl y Slash estuvieron acompañados por Duff McKagan, el restante miembro histórico en la actual formación, y el enorme baterista Frank Ferrer. Tampoco se quedó atrás la guitarra de Richard Fortus, quien pareciera ser un Guns N´ Roses de toda la vida.

También hubo tiempo para destellos del pianista Dizzy Reed –otro miembro sobreviviente de los tiempos de gloria- y la tecladista Melissa Reese.

Hubo que esperar cinco años desde su última presentación en Argentina y poco más de dos desde su frustrada participación en Lollapalooza Argentina 2020 suspendido por la pandemia de coronavirus, para que el grupo californiano regresara a refrescar la memoria de lo excitante que puede ser su música y sus shows.

La banda se despachó con 29 temas con apenas unas pocas baladas para tomar aire, aunque claro que siempre con las guitarras estridentes y las monolíticas bases poniendo el sello del grupo.

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El grupo irrumpió cerca de las 21 con “It´s So Easy” y “Mr. Browstone”, de su disco “Appetite for Destruction”, a lo que siguió “Chinese Democracy”, toda una prueba de que la recorrida, si bien iba a hacer base en los álbumes históricos, no dejaría de lado el material menos popular, y también más cuestionado. Por caso, de la producción de 2008 que llevaba el título de la última canción mencionada también interpretaron "Sorry" y "Better"-.

Más adelante, aparecieron los éxitos con “Welcome to the Jungle”, “Live and Let Die”, “Double Talkin´ Jive”, “You Could Be Mine” y “Rocket Queen”, entre tantos. Por su parte, el bajista tomó el micrófono para el cover de Misfits “Attitude” y “Civil War” regaló un instante épico.

Para el tramo final, reservaron algunos platos fuertes. “Sweet Child of Mine”, “November Rain” con Axl en el piano, “Knocking on Heaven´s Door” y “Nightrain”, además de la acústica “Wichita Lineman”, cerraron casi dos horas y media de aplastante show. Aunque aún quedaría por delante media hora de bises.

El show concluyó con “Coma”; la invitación al arrumaco con “Patience” y su hermosa introducción a partir del “Blackbird” de Los Beatles, con arreglos para dos guitarras y un golpe de bombo; “Don´t Cry” como para seguir con los lentos; el homenaje a Los Who, sus compañeros en la última visita de 2017, con “The Seeker”; y el final a toda orquesta con “Paradise City”.

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