Lali: el Diablo y la Diosa en Rosario
Lali visitó nuestra ciudad en una noche esperada, emocionante y especial para cantar a viva voz. La segunda parada del NVAACEDL Tour fue todo lo que esperábamos y más. Crónica de una noche con la diosa que se viste de diablo.
En una noche que prometía ser inolvidable, la estrella máxima del pop nacional visitó Rosario con un show impresionante en el marco del “No Vayas a Atender Cuando el Demonio Llama Tour” o el Lali Tour 2025, como lo simplificó en uno de sus divertidos intercambios con la gente.
El show estuvo plagado de momentos increíbles. Coreografías, varios cambios de vestuario, despliegue escénico descomunal y un público que no dio tregua, saltando, bailando y coreando todas y cada una de las canciones, incluso las del disco nuevo, que tiene menos de dos meses de vida. Al tercer o cuarto tema, Lali rompió la cuarta pared y preguntó:
– ¿Están listos para lo que va a pasar esta noche?
No lo estábamos.
Durante las dos horas que siguieron, pasó de todo. Sensualidad, devoción, virtuosismo, baile, lágrimas, orgullo y la necesidad imperiosa de cantar cada tema a viva voz. El fandom de Lali se conforma de una extraña mezcla entre nenas de cinco años (o menos) mujeres que rozan los cuarenta que la siguen desde Chiquititas, miembrxs de la comunidad LGBT que la aman e idolatran como una diosa y padres, amigos, novios que un poco vienen a “acompañar” o “regalan la entrada” pero vienen.
Cantó todos los temas que esperábamos. El show empezó rockero, y a medida que avanzaba se fue poniendo electro-pop para reventar en euforia y convertirse en una pista con Disciplina, Motiveishon y - la esperadísima - Fanático. En el medio, un bloque dedicado a canciones icónicas de su segundo disco nos daría uno de los momentos más intensos del concierto: Lali, con una presencia arrolladora y una voz sin fisuras, bajó del escenario y mientras cantaba Ego se fundió en un mar de manos ansiosas que se agolpaban por el ansiado contacto. Subió a un fanático a cantar Soy, recreó un ring de boxeo para su canción KO y pidió que vivamos el show con “consciencia de estar presentes” en clara alusión a los cientos y cientos de celulares que se encienden cada vez que hace un movimiento. “Estemos presentes” completó.
El nombre Mariana significa "mujer bella elegida por Dios" y yo no sé si Dios la elige, pero los cientos y cientos de fans que llenaron los Velez, los shows de Cordoba, el de anoche, los próximos en Barcelona, Mendoza, Corrientes, y toda la gira del NVAACEDL Tour, seguro. Mientras tanto, ella les manda medialunas, les sonríe cómplice desde el escenario, corta el show para leer sus cartelitos, rompe protocolos, impone las manos. Hay algo de lo sagrado en todo esto, algo de lo divino. Icónica, transgeneracional, política, sensual, brillante. Con su escaso metro cincuenta y tres, Mariana - Lali - es nuestra diosa. Nuestra Madonna local. Reina,sensual, libre, enamorada y combativa. Gracias Lali por bendecirnos con tu visita.