Con su doble show, Roger Waters se transformará este miércoles en el artista que más veces tocó en el estadio Monumental de River Plate, completando 13 presentaciones en su carrera solista y superando el récord que hoy es de los Rolling Stones (12).

Sin embargo, su presencia en el país se vio aparejada de cierta controversia, debido a denuncias por antisemitismo que surgieron en recitales en otros países como Alemania y que luego se fueron extendiendo a cada una de las presentaciones del ex líder de Pink Floyd.

Argentina no fue la excepción y la Justicia ordenó este martes, previo a su primer recital, que el músico “se abstenga de realizar hechos o expresiones antisemitas o discriminatorias en los dos recitales previstos en la Argentina”, tras un recurso de amparo presentado por la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA).

Desde el organismo, solicitaron que la Justicia porteña suspenda sus shows directamente, pero al no serle concedido eso, finalmente terminaron celebrando que se designe a la fiscal antidiscriminatoria de la Ciudad de Buenos Aires, Andrea Scanga, para asistir a ambos recitales y " monitorear y eventualmente actuar si Waters viola la ley".

El recurso fue presentado al considerar que tanto en su show del viernes pasado en Montevideo, como en otros previos, el británico puso “en duda la masacre terrorista cometida por Hamas el 7 de octubre”, “acusó a Israel de asesinar al pueblo palestino” e “insultó al presidente de la Comunidad Judía de Uruguay”.

Esto último hace mención a una frase que el músico expresó en el estadio Centenario en Uruguay, contra el presidente del Comité Central Israelita del Uruguay: “Quiero decirle especiales buenas noches al señor Roby Schindler, quien es el líder de una alguna organización israelí de aquí y me hizo prohibir en los hermosos hoteles de su ciudad. Así que Roby, ¡fuck you!”.

Este conflicto al que Waters hizo referencia también ocurrió en Argentina y en otras ciudades de Sudamérica, donde los hoteles le cancelaron su reserva, en un intento de boicot (en Buenos Aires, fue el Hotel Faena).

El cantante y compositor es famoso porque siempre tomó claras posturas políticas, básicamente antibélicas y antiimperialistas, que expresó a través de su arte y de declaraciones públicas.

Algunas de ellas, como el pasaje de sus shows en el que aborda "In the Flesh", tema apertura de "The Wall", en el que a modo performático se calza un uniforme militar similar al nazi y encarna a un dictador, le valieron críticas en los últimos meses de organizaciones judías que sostienen que ese acto no es más que una celebración del nazismo, a pesar de que en realidad sea una parodia crítica de él.

Sin embargo, la polémica adquirió un nuevo matiz a partir de sus manifestaciones en torno al conflicto en Palestina, que provocaron represalias concretas.

En todo el mundo proliferaron censuras a su frase en la que sentenciaba que "la población de Gaza tiene derecho a defenderse de las agresiones de Israel", y acusaciones de antisemitismo.

Con su show del miércoles, el músico podría interpretar el último concierto de su carrera en Argentina, debido a la creencia de que este tour, llamado “This is not a drill” ("Esto no es un simulacro"), es el de su despedida de los escenarios.