La vuelta de ATAV (Argentina, tierra de amor y venganza) a la TV impactó bien en la tabla del rating, y arrancó con 10,3 puntos de rating: mucho, aunque no suficiente como para superar los 12,1 que hizo el reality Masterchef, el tanque de las noches de Telefé. Para colmo, el canal de las pelotas preparó munición gruesa para competir por la audiencia del lunes a la noche: metió al futbolista Mauro Icardi como invitado en el envío que conduce su esposa, Wanda nara.

La segunda parte de esta ficción es secuela de la primera, que se ubicó en el país de la década del ‘30 y la inmigración europea. Ahora, esta continuación salta hasta la plena dictadura cívico militar y la recuperación democrática, entre el ’77 y los primeros '80. Y al menos en el primer capítulo va y viene entre uno y otro momento.

Ambientado en 1977, el primer capítulo que se emitió anoche muestra el exilio a España de Antonio Salvat (Toni Gelabert), nieto de Bruno Salvat y Lucía Morel de la primera temporada que se emitió en 2019, junto a su padre Pedro Salvat (Rafael Ferro).

Siete años después, con la asunción de Raúl Alfonsín, regresa a la Argentina donde se reencuentra con su mejor amigo Segundo (Tato Quattordio), de quien está secretamente enamorado y se enfoca en saber todo acerca del paradero de su madre, quien no pudo huir con ellos a España y quien al momento de su desaparición estaba embarazada.

Al principio, la tira de Polka cuyo elenco completan Federico D´Elía, Justina Bustos, Malena Solda, Juan Gil Navarro, Federico Amador y Gloria Carrá marcó 9.2 puntos, por debajo de la telenovela brasileña "Pantanal" (Telefe) que hizo 11.2.

Con el comienzo de "Masterchef" en Telefe, "ATAV" llegó a un auspicioso pico de 10.3 puntos, pero el reality de cocina, que apostó a sumar al futbolista y marido de Wanda, Mauro Icardi, como invitado de la noche, logró llegar a 12.1.

Si bien al final de la contienda televisiva la serie de Polka quedó por debajo de "Masterchef" (9.9 puntos versus 12.9), el regreso de ATAV a la pantalla de El Trece demostró que todavía existe un público ávido de buenas historias.