La actriz estadounidense Ashley Judd demandó al productor de Hollywood Harvey Weinstein, caído en desgracia luego de que el año pasado decenas de mujeres lo denunciaran por acoso sexual, por haber perjudicado su carrera tras rechazar sus avances sexuales.

Según informó la propia actriz a través de su cuenta de Twitter, solicitará una indemnización que pueda resarcir en parte el daño causado por los comentarios negativos que Weinstein hizo ante el director de la trilogía de El señor de los anillos y su socia en la producción, Peter Jackson y Fran Walsh, en 1998, y que atentaron contra sus posibilidades de participar en los filmes.

“Estoy demandando por una indemnización por el daño hecho a mi carrera como resultado del acoso sexual”, versa el tuit de Judd, quien agregó que toda “recuperación financiera” será destinada a solventar el movimiento '#timesup' para que “las trabajadoras estadounidenses que experimentan acoso sexual y represalias tengan ayuda”.

“Weinstein torpedeó la increíble oportunidad profesional de la señora Judd cuando dijo al señor Jackson y a la señora Walsh que el estudio (Miramax, que dirigía Weinstein) había tenido una 'mala experiencia' con Judd y que era 'una pesadilla' trabajar con la señora Judd y que por tanto había que evitar su presencia a toda costa", consigna la demanda que la actriz compartió en su perfil en la red social.

Finalmente, la demanda continúa: “La patética realidad era sin embargo que Weinstein se estaba vengando de la señora Judd por haber rechazado sus avances sexuales aproximadamente un año antes".

La denuncia de Judd se basa en las declaraciones del mismo director ganador de tres premios Oscar por El señor de los anillos: el retorno del rey, quien justamente en diciembre último reveló que Weinstein le había advertido que no trabajara con Judd ni con la actriz Mira Sorvino, recordó la agencia de noticias DPA.

Judd fue una de las primeras artistas en acusar públicamente a Weinstein de acoso sexual en un artículo del periódico New York Times de octubre de 2017, que luego desencadenó una catarata de denuncias contra el productor y contra una larga lista de otras personalidades de la industria de Hollywood, como el cineasta James Toback, el comediante Louis C.K. y el actor Kevin Spacey, entre muchos otros.