El cine argentino no pudo volver a levantar un Oscar como mejor película extranjera. Si bien llegaba con buena performance en la recorrida por diferentes festivales internacionales, Argentina, 1985 arrastraba un mal augurio para la alfombra roja de Hollywood. ¿Por qué? Básicamente porque delante tenía un tanque arrollador como Sin novedades en el frente.

Vale la simbología del tanque para empezar a explicar porqué se impuso la película alemana que muestra la guerra sin filtros ni lugares cómodos ni romantizados, en ese caso la Primera Guerra Mundial. El contexto del mundo estremecido por la invasión rusa a Ucrania seguramente fue un elemento poderoso para sumar a la hora de la votación del amplísimo jurado de la Academia. 

Sin embargo, el film de Edward Berger fue una historia que deja la mandíbula rota durante un par de días, algo que no sucede con Argentina, 1985 que es otro tipo de historia y búsqueda. Se trata más bien de una película que amasó Hollywood cientos de veces, donde se narra la historia de una persona o un grupo de personas que luchan en una investigación contra un poder fáctico o real. ¿Cuántas películas americanas de fiscales y periodistas poniendo el cuero se han visto? Claro, que el director Santiago Mitre y Mariano Llinás lo narran con ese estilo americano, pero no alcanzó para competirles y convencerlos.

All Quiet on the Western Front | Official Trailer | Netflix

La forma llevadera de contar un tema oscuro y pesado le permitió que la digieran con gusto y amablemente en varios festivales, pero no interpeló a los americanos. Enfrente, la guerra de trincheras contada mil veces, pero esta vez con un realismo no solo visual (la fotografía se llevó una estatuilla) sino narrativo arrollador, venció y, por poco, no gana a mejor película. 

El sonido es punzante; la crítica también: las muertes a granel no son honrosas para una Nación. La jerarquía también se pone en tela de juicio: mientras los jefes estaban en el confort, incluso cuando Alemania estaba destinada a la derrota, los jóvenes soldados crepitaban. En fin, la película alemana será recordada por mucho tiempo.

Ricardo Darín, protagonista del film argentino lo pasó en limpio: “No creo que se trate de una lógica, el trabajo de hacer una película es una cosa, pero promocionarla y darle visibilidad es otra y aparentemente hay otros que hicieron las cosas un poco mejor que nosotros y además Sin novedad en el frente es una gran película, es de alto impacto y ya está, hay que saber ganar y hay que saber perder”.