Suele decirse como un eslogan que Rosario es la capital de la cultura, ciudad donde toda compañía teatral o musical quiere estar para sentir la exigencia de su público. Sin embargo, esta plaza tan interesante que compite con otras grandes ciudades del país, como Córdoba, Mendoza, incluso CABA, tiene serias deficiencias en su infraestructura para el entretenimientos y, si bien goza de grandes teatros, el problema comienza a la hora de tener que organizar espectáculos masivos donde suelen cortarse arriba de 8.000 tickets. Allí es donde los productores locales deben poner en juego la inventiva e improvisar con espacios que corresponden a otras actividades y deben ser adecuados para estas ceremonias artísticas.

La oferta en ese sentido ofrece locaciones como el Autódromo, donde recientemente en los conciertos de Joan Manuel Serrat y Abel Pintos hubo serios problemas en los ingresos y egresos, y el Hipódromo que aparece como una oferta más adecuada, pero que también tiene sus complicaciones y el anfiteatro. Otros espacios son los estadios de fútbol que según confiaron los productores a este medio son muy onerosos, se deben abonar en dólares y suelen estar manejados por la barra brava de Newell's o de Central, que controlan el afuera con los puestos de comidas y los trapitos. 

Despedida de los músicos de Serrat con el Autódromo colmado.

“Lo único que se hizo hasta ahora fue habilitar un nuevo espacio  y es el Autódromo que se suma a los que ya tenemos con el Anfiteatro y el Hipódromo, que está hecho para otra cosa, incluso cuando hay mal tiempo es una dificultad porque muchas veces los artistas deben reprogramar fechas. A veces estamos mirando arriba para que no llueva, porque en este caso es un lugar que con la tierra sería inviable. Aprendimos a utilizar lo que tenemos, yo armo la torre Eiffel en la luna, pero si después caen meteoritos no sabes qué hacer”, manifiesta Ricardo Alonghi, productor con más de 30 años de ruedo en el rubro.

Vista panoramica del el Autódromo. Foto Rosarioplus.

En la misma línea opina José Grimolizzi, el más longevo de los productores de espectáculos. “En todos estos años fuimos buscando espacios. Uno de ellos fue el gimnasio de Newell's, pero tuvimos una mala experiencia con el sonido y no lo usamos más. Apareció Metropolitano que si no estuviese habría un montón de artistas que no vendrían a Rosario porque no tenemos infraestructura”.

Anfiteatro Huberto Denito. Foto Rosarioplus.

Si bien los empresarios añoran la construcción de un estadio multipropósito también son realistas. Ambos productores aventuran que es el Estado quien debe dar el primer paso y afrontar este costo. Dicen que en su  rubro es un negocio demasiado arriesgado, y que El Orfeo de Córdoba no prosperó, y ahora lo están desmontando, vendiendo sus butacas y equipos de sonido. “Está a la venta, pero el dueño no lo convencen las ofertas. Igualmente en ese caso se hizo todo lo posible para que no prospere”, agrega Alongi sobre el caso.

Y dice además que El Movistar Arena es otro asunto, y es un espacio que donde está ubicado  genera grandes inconvenientes,  porque “era inviable hacerlo allí, y por alguna coima hizo que avance”. “Igualmente, el lugar está muy bueno y se logran allí grandes espectáculos”, marca luego más convencido.

Propuestas, sueños y quimeras

Desde el Estado varias veces hubo intentonas de dar lugar a este reclamo de los productores, que sostienen que la cultura es un círculo virtuoso. Una de las discusiones más célebres es la del Puerto de la Música que toma vuelo nuevamente tras la decisión del gobernador Perotti de trasladar esa futura estructura a la lindera ciudad de Granadero Baigorria, acción que sonó como una mojada de oreja para el socialismo, propulsor de la iniciativa de la mano del ya fallecido ex gobernador Hermes Binner. 

En tanto las propuestas que llovieron hasta el momento, fueron en 2014 la de un grupo empresario fomentado por el productor local Claudio Joison que pretendía en el predio de la ex Rural montar una arena para 15 mil espectadores con todos los lujos, proyectó que naufragó al poco tiempo por falta de inversores. También en el mismo espacio hubo una propuesta similar en 2016, pero de parte del Estado provincial santafesino, en ese momento en manos del Frente Progresista, en conjunto con el Municipio. La obra fue anunciada por Pablo Avalos, quien estaba a cargo de la cartera de Planeamiento en la intendencia de Mónica Fein. De eso solo quedan cenizas y el recuerdo de las tasas de café que regaron la presentación.

Diseño digital del exterior del estadio que pretendìa contruir Joison junto a una UTE.

En todo este tiempo, lo único que se logró fue el montaje de una carpa con pocos lujos sobre este este mismo predio tan anunciado,  mirando hacia avenida 27 de Febrero. La estructura pertenecía al Cirque du Soleil, compañía circense internacional que hizo sus funciones allí y también fue usada por artistas de la talla de Silvio Rodríguez. Pero, por falta de mantenimiento y su poco uso, durante la pandemia fue desmontada y devuelta a sus dueños, solo queda de ello la carpeta de asfalto de ese domo que a pleno podía albergar 6.000 espectadores.

Sobre este predio, al cual los productores  desprecian, Dante Taparelli, secretario de Cultura asegura que la falta de espacios es una discusión de larga data que se debe tener en cuenta “Es un espacio con características para eventos, por su centralidad, además  está rodeado de avenidas. Hoy tras los Juegos Suramericanos es ideal. La Rural tiene tres puertas por lo cual se reduce mucho el costo de seguridad”, defiende el gestor cultural sobre la ex Rural.

Por lo pronto a la propuesta de Taparelli, desde el empresariado le responden refutándolo: “La Rural es imposible, tiene unos salones hermosos para vacunar pero no para recitales”, señala Ricardo Alongi. Su par, Gustavo Granato va por la misma línea y dice: “La Rural como está ahora no tiene sentido, no hay escenario, no tiene nada de infraestructura para espectáculos. En el caso de los galpones la capacidad es muy chica y para eso lo haces en otro lado”.

La ex Rural, epicentro de muchos proyectos que quedaron en los tinteros.

Buenas y malas del Hipódromo 

En cuanto a lo que dispone la ciudad entre la oferta improvisada, Granato aduce que el Hipódromo es un buen terreno por los accesos y por dónde está ubicado. “No tiene la infraestructura necesaria, pero cuenta con algunas aptitudes que lo hacen potable. La gente puede llegar caminando y hay muchas líneas de colectivos y taxis”, expresa quien acaba de hacer semanas atrás en ese predio el Festival Bandera.

 “En este momento son insólitas las condiciones para producir, además de los costos que se generan, hay que pensar que en el Hipódromo todos los días entrenan los caballos, para los shows hay que hacer toda una cobertura de la pista para hacerlo peatonal  y ese terreno no puede dañarse porque si los caballos pisan mal puede tener lesiones graves. Ese tratamiento del suelo tiene un costo enorme”, aporta por último Grimolizzi quien el martes pasado acaba de  cortar 14.000 tickets en esta locacion con Tini.