La obra "Cabeza de mujer", un lienzo que el pintor español Pablo Picasso le regaló al pueblo griego en 1949 a modo de homenaje por su resistencia ante las fuerzas nazis y que en 2012 fue robado de la Galería Nacional de Atenas, fue recuperado y el sospechoso del delito, detenido.

La obra, que lleva una dedicatoria en francés "Para el pueblo griego, un tributo de Picasso", fue encontrada en la zona rural de Keratea, a unos 45 km al sureste de Atenas.

En ese mismo lugar se encontró un cuadro del holandés Piet Mondrian, del año 1905, que también había sido robado en el mismo robo a la galería de Atenas, por lo que la ministra de Cultura griega, Lina Mendoni, celebró la recuperación de las obras.

"Hoy es un día especial, un día de alegría y emoción", dijo Mendoni y afirmó que el lienzo de Picasso hubiera sido "imposible" de revender debido a su dedicatoria. A su vez, destacó que la obra "tiene un valor sentimental especial para el pueblo griego porque fue dedicada personalmente por el autor a los griegos, por su resistencia ante el nazismo".

Los dos cuadros fueron robados de la Galería Nacional en enero de 2012 aprovechando un error en los sistemas de vigilancia y duró apenas siete minutos, en los que dos hombres retiraron rápidamente los lienzos de los marcos. Además de las obras de Picasso y Mondrian, se sustrajo un dibujo en papel del artista italiano Guglielmo Caccia, conocido como Il Moncalvo (1568-1625).

Un informe de las autoridades concluyó que los sistemas de seguridad no se habían renovado desde 2000 y que varias zonas del museo ni siquiera tenían cámaras de seguridad y las alarmas no funcionaban bien, según la agencia de noticias griega ANA.

Incluso, aquella noche los ladrones hicieron que las alarmas se dispararan en varias ocasiones con el fin de despistar a los vigilantes, y finalmente, entraron a la galería al amanecer y un trabajador de seguridad los sorprendió cuando escapaban e impidió que se llevaran un segundo Mondrian.

El robo a la Galería de Atenas se realizó en plena crisis económica y social del país y no fue el único delito patrimonial que sacudió aquellos días ya que también el museo de Olimpia sufrió un importante robo de antigüedades y objetos valiosos, que fueron encontrados gracias a un hombre que intentaba vender un anillo de oro de 3.000 años a una persona sin saber que era policía. Meses después, siete hombres fueron condenados a penas que llegaban hasta los siete años de cárcel.