María Kodama, la viuda de Jorge Luis Borges fallecida el pasado 26 de marzo, no dejó un testamento con indicaciones acerca del legado literario del escritor.

El apoderado legal de la escritora y traductora, Fernando Soto, solicitó este lunes a la Justicia que se decrete abierto el juicio sucesorio para verificar la existencia de herederos.

Hace varios meses, había anticipado su intención de entregar el legado del autor de "El Aleph" a dos universidades extranjeras, llegando a sugerir que podría tratarse de la de Tokio, en Japón, donde se trabajó y se trabaja fuertemente sobre la obra del escritor, y las estadounidenses de Texas o Harvard, país donde avanzaron en proyectos conjuntos.

"No dejó testamento", afirmó este lunes el abogado de Kodama e integrante de la Fundación Internacional Jorge Luis Borges, y aclaró: "Su escribana de confianza no tiene testamento. Nadie de su círculo cercano entre quienes consultamos conoce el testamento. Si al momento de entrar a su casa se encuentra un testamento, se tomará ese, pero las posibilidades son bajísimas". 

Mientras no haya herederos ni haya una disposición, esa herencia pasará al dominio público, en este caso la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, confirmó el abogado.