Con una escena colorida que retrata una boca del subte neoyorquino de donde brotan unas flores gigantes y ciudadanos con barbijo, el artista Liniers vuelve a ilustrar la tapa de la prestigiosa revista estadounidense The New Yorker con un homenaje a la primavera boreal y a la esperanza que genera la idea de recomenzar en plena pandemia.

Se trata de la sexta vez que Ricardo Siri, más conocido como Liniers, se encarga de pensar y dibujar la tapa de la revista de culto.

Esta vez, la portada remite a los primeros días de la primavera en el hemisferio norte con una escena que transcurre en la la boca de subte ubicada en la esquina de 23 y Broadway, frente al edificio Flatiron y el Madison Square Park: brotan del subsuelo unas enormes flores de colores y, a la vez, los pasajeros salen al exterior, con barbijo.

La imagen incluye un guiño a los lectores argentinos: en una de las paredes de la boca del subte se puede ver una pegatina que invita a un show de Kevin Johansen. "El amigo Kevin Johansen me invito a sus escenarios, así que lo invité a la tapa", explicó Liniers desde su cuenta de Twitter.

La edición, que se publicará el 22 de marzo, se titula "Spingin back", un juego de palabras que remite a "spring", por la primavera y a la expresión "spring back", la posibilidad de volver a la vida anterior a la pandemia que se abre con la vacunación masiva.

Liniers nació en Buenos Aires en 1973. Es historietista, ilustrador, pintor y editor y el autor de la exitosa tira Macanudo. Ganó premios como el Eisner y el Inkpot Award y actualmente trabaja en un libro de historietas para niños, inspirado en sus tres hijas.

"El artista argentino Liniers ahora está radicado en Vermont, pero conoce bien la ciudad de Nueva York. Conoce el ritmo de las estaciones; y él también sabe que la vida comienza bajo tierra, especialmente cuando hay una bocanada de primavera en el aire", asegura el editorial de la revista para presentar la portada.

"Espero a que me vacunen para poder caminar por toda la ciudad. Es mi tercera portada con el subte como temática, lo uso mucho cuando estoy en Nueva York y, como a todo integrante de la generación Star Wars, las trilogías me resultan importantes", contó Liniers a The New Yorker sobre su inspiración.

En otras ediciones de la publicación, Liniers dibujó una postal en el transporte público donde convivían personas de diferentes culturas y creencias unidas por la pasión por la lectura y, tras la derrota de los demócratas en las elecciones legislativas en Estados Unidos, dibujó a Barack Obama en su escritorio del Salón Oval frente a un enorme elefante republicano.