El secretario de Cultura de la Nación fue recibido con silbidos y gritos durante su discurso de apertura en la 49ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. La intervención, que buscaba tender puentes con el sector editorial tras la ausencia del Estado nacional en la edición anterior, terminó evidenciando la tensión persistente entre el Gobierno y el ámbito cultural.

Durante su alocución en La Rural, el funcionario intentó plantear una tregua con los actores del libro, destacando un supuesto incremento presupuestario y defendiendo los recortes aplicados por la gestión de Javier Milei. Sin embargo, sus palabras fueron interrumpidas en varias oportunidades con exclamaciones de “mentiroso” y abucheos, especialmente cuando agradeció el apoyo de Karina Milei y sostuvo que “la política partidaria no debe intervenir en la cultura, y mucho menos ser motivo de gastos innecesarios”.

Pese a la hostilidad de parte del auditorio, Cifelli aseguró que el programa Libro% —destinado a bibliotecas populares— duplicó su presupuesto gracias a “ajuste y austeridad”, y anunció una inversión de más de $1.500 millones para esta edición de la Feria. También destacó que la participación del Estado fue posible mediante un acuerdo con la Biblioteca Nacional, sin costos por los espacios.

Lejos de suavizar la relación con el sector, la presencia del secretario reavivó las críticas hacia la política cultural del Gobierno, al que se le reprocha un desfinanciamiento sostenido.