El primer fin de semana del año la oferta cultural y educativa del municipio se amplió con la apertura de El Jardín de los Niños, y así todos los espacios que conforman el Tríptico de la Infancia retomaron su actividad con estrictos protocolos de cuidado y visitas a través de turnos.

Además, los museos de la ciudad continuaron con diferentes actividades que, a pesar de las altas temperaturas, sostuvieron el número de visitas.

En la Estación Embarcaderos, predio que alberga el proyecto de La Ciudad de los Niños y las Niñas, invitaron por segundo domingo consecutivo a hacer uso de los espacios verdes al aire libre. Allí, más de 200 personas en burbujas o individualmente, contaron con la posibilidad de descansar, hacer un picnic o leer libros sanitizados previamente. Estuvo presente la Feria del Libro Infantil con la presencia de las editoriales rosarinas Listo Calisto, Veo Leo, Libros del submarino, Libros Silvestres y A que te juego un cuento. 

En La Granja de la Infancia se registraron, entre sábado y domingo, 259 visitas. En tanto en El Jardín de los Niños contabilizaron 254 y en La Isla de los Inventos, 180 asistentes. 

El clima compartido fue de muchísima alegría por volver a disfrutar de estos lugares y tranquilidad al encontrarse en un espacio público con las pautas de cuidado y medidas de  distanciamiento necesarias. Los predios son amplios, invitan al disfrute y la circulación haciendo posible guardar las distancias adecuadas.

En los museos

El Museo Estevez con la muestra Patmos, pinturas de Norberto Moretti, completó el cupo previsto tanto el sábado como el domingo. El Museo de La Ciudad con sus dos actividades de verano, Yoga al Paso y Museo al Paso, dio cuenta del mismo fenómeno: taquilla completa.

En el Museo Castagnino se realizaron 43 visitas guiadas por la muestra Un pasado expuesto: caminos del arte entre 1918 y 1968. A los niños y niñas que realizaron el recorrido les obsequiaron publicaciones de #Zonadetaller para que conozcan a la obra del artista Benito Laren y se acerquen a la propuesta del área educativa del Museo.

En su mayoría familias, las visitas se mostraron muy agradecidas por la apertura y curiosas por las propuestas virtuales que ofrece la institución y algunas personas más conocedoras del arte destacaron las salas donde pueden apreciarse obras de los años sesenta.

Tanto en el Tríptico de la Infancia como el Museo Castagnino se detectó público de las provincias de Buenos Aires y también de Mendoza, así como de localidades vecinas.