Capturar un momento e inmortalizar una historia. Así como el periodista frente a la computadora escoge minuciosamente cada una de las palabras que tejerán la noticia que está por contar, un reportero gráfico debe valerse de su entorno, ante cualquier contexto, para encuadrar un instante de la realidad de tal forma que con cada elemento de la misma se construya una imagen que narre por sí sola.

“Las y los reporteros gráficos no tenemos dos días iguales en nuestra vida laboral”, definió Celina Mutti Lovera en diálogo con RosarioPlus.com, logrando condensar en una frase gran parte de la esencia del fotoperiodismo, de la misma manera en que diariamente condensa a través del lente la información de la calle que luego saldrá publicada en el Diario La Capital.

Ella es una de tantas y tantos reporteros gráficos de todo el país que exponen desde este miércoles en la 34ª Muestra Anual de Fotoperiodismo Argentino, la exposición más importante a nivel nacional. Un recorrido narrativo a partir de las imágenes más representativas de 2022, que inaugura hoy a las 19.30 en el Centro de Expresiones Contemporáneas (San Martín y el río). 

Desde el oro y la alegría de la Copa del Mundo hasta el reflejo de la violencia y la pobreza que sufren muchos sectores de la Argentina, cada fotografía narra de forma única y contundente la realidad de una nación.

Celina Mutti Lovera. Foto: Fundación La Capital.
Celina Mutti Lovera. Foto: Fundación La Capital.

Y es que si algo caracteriza la labor del fotoperiodista, es la naturaleza de unicidad del oficio. Entrenar el ojo para encontrar la acción en una sola mirada, reducir el mundo al visor de la cámara, ser veloz para atrapar el acontecimiento y, al mismo tiempo, tomar decisiones de composición que serán fundamentales para la historia que contará esa imagen, independientemente del texto que luego la acompañe o no.

“La instantaneidad, lograr una buena composición, fotometrear correctamente, hacer foco y poder entender el contexto donde estás”, son algunos de los factores identitarios del fotoperiodismo con respecto de otras ramas de la fotografía con entornos más controlados.

Foto: Celina Mutti Lovera. Diario La Capital.
Foto: Celina Mutti Lovera. Diario La Capital.

Precisamente esto último, lo incierto y cambiante del contexto de trabajo es, a su vez, es otro de los factores más característicos y atrapantes de esta profesión: “A las 10 podés estar haciéndole un retrato al intendente, y de ahí te vas a un homicidio en Vía Honda, y en los dos escenarios tenés que saber moverte. Por todo eso es que nuestro trabajo nunca es aburrido. No tenés tiempo de aburrirte. Es alucinante, no lo cambio por nada”.

Mutti Lovera comenzó a trabajar en La Capital en 1998, ingresando como retocadora fotográfica por ser diseñadora y utilizar Photoshop. A partir de allí, trabajando codo a codo con la sección de fotografía, descubrió el maravilloso mundo del fotoperiodismo y comenzó a acompañar a sus compañeros a las coberturas de notas, formándose de a poco en el oficio y valiéndose del aprendizaje único que da la práctica y el estar en la calle.

Foto: Fernando Gens.

Esa misma disparidad entre lo más hermoso y lo más crudo también forma parte del día a día de un reportero gráfico, y especialmente en una ciudad como Rosario, constante generadora de íconos deportivos, sociales y culturales y constante sufriente de episodios delictivos.

Así, por ejemplo, en el ejercicio de su profesión Celina Mutti Lovera vivió momentos “lindos y emocionantes, como conocer a las madres de Plaza de Mayo de Rosario y Santa Fe, estar en la despedida que le hicieron a Diego Maradona en la cancha de Newell’s y poder saludarlo” o “sacarle fotos a un Lionel Messi de 18 años y ¡pedirle que se saque las zapatillas!”.

Foto: Celina Mutti Lovera. Diario La Capital.
Foto: Celina Mutti Lovera. Diario La Capital.

Y de igual manera, también sufrió algunos “complicados y tristes” en sus 25 años de carrera: “Como una vez que estábamos cubriendo un homicidio con Leo Graciarena en los monoblock del Pimpi Camino y un grupo grande de hombres nos rodeó y empezaron a agredirnos, que fue un momento muy tenso, y fue un sobrino del Pimpi quién nos sacó de esa situación; o como cuando un nene de unos 8 años me regaló como souvenir en Villa Manuelita una vaina servida calibre 9mm con la que la noche anterior habían asesinado a un vecino suyo. La guardo en una cajita junto a las tarjetas de memorias de la cámara, para no olvidarme de nuestra vulnerabilidad”.

Este último aspecto, la vulnerabilidad, es propia del oficio del fotoperiodista y es lo que hace relucir su parte más riesgosa, por la naturaleza propia del trabajo de tener que ponerle el cuerpo a la noticia; pero también, y a pesar de lo individual e íntimo del trabajo entre el fotógrafo y su cámara, también saca a relucir el aspecto colectivo de una profesión que en la calle encuentra en el compañerismo una de sus grandes virtudes.

Foto: Celina Mutti Lovera. Diario La Capital.
Foto: Celina Mutti Lovera. Diario La Capital.

“Hay algo que los reporteros y reporteras de Rosario no debemos perder, y que nos identifica y nos define: el compañerismo y el cuidado mutuo en la calle. No somos rivales, no nos peleamos por la primicia, ni por la mejor foto. Nos cuidamos, vamos juntos, compartimos. Y en estos últimos años las calles que transitamos no son las mismas que hace tiempo atrás, hay que estar mucho más alertas, estar menos tiempos en los lugares de los hechos, y poder saber cuándo irse cuando la situación se vuelve riesgosa para nuestra integridad. Por eso estar acompañados de grandes colegas es tan importante, no sólo saber leer el contexto y tener la foto”, describió la reportera gráfica en la charla con este medio. 

Foto: Celina Mutti Lovera. Diario La Capital.
Foto: Celina Mutti Lovera. Diario La Capital.

Los trabajos que ARGRA seleccionó de ella para esta muestra, que ya recorrió Buenos Aires y que en Rosario podrá verse desde este miércoles 27 de septiembre hasta el sábado 21 de octubre en el CEC (Paseo de las Artes y el Río, de miércoles a domingos de 16 a 20), son dos y corresponden a un trabajo más extenso, llamado "Las visitantes. Historias de mujeres que cuidan a los presos”. 

El mismo, ganador de distintos premios, fue realizado por Mutti Lovera junto a Carina Bazzoni y María Laura Cicerchia, gracias a una beca de la Fundación Gabo y Oxfam. En dicho informe “se narran las consecuencias sociales que tiene el aumento de la tasa de encarcelamiento y cómo la carga de cuidados de las personas detenidas también recae en mayor medida sobre las mujeres, que visitan semanalmente a sus familiares llevando alimentos, artículos de limpieza o abrigo; Un trabajo invisible que sostiene las cárceles santafesinas”. 

Junto a sus fotografías, se encontrarán también las de Virginia Benedetto, Darío Soldani, Marcelo Bustamante, Sebastián Granata, Silvio Moriconi, Alan Monzón y Gustavo Villordo, como reporteros gráficos con obras seleccionadas para esta prestigiosa exhibición, organizada por ARGRA en conjunto con el Sindicato de Prensa Rosario y con el apoyo del Ministerio de Cultura de la Nación, el Ministerio de Cultura de la provincia de Santa Fe, la Municipalidad de Rosario, el Centro de Expresiones Contemporáneas y el Concejo Municipal de Rosario.