Una iniciativa solidaria muy especial busca acercar libros de autoras y autores rosarinos, e infantiles, a mujeres que atraviesan el encierro en Rosario y sus pequeños hijos e hijas. La propuesta nació en La Palabra Colectiva, agrupación que nuclea a feminismos y disidencias en la escritura local, y desde este sábado se podrán donar libros, llevándolos a la librería Oliva, Entre Ríos 579, durante todo el mes de octubre.

Esta colecta buscará “a través del lenguaje, aunque sea por fragmentos, por partecitas de un libro, que las mujeres tras las rejas puedan ir accediendo a otros mundos, los imaginados, en los que suceden otras cosas, donde el lenguaje es distinto, y también, por momentos, pueden toparse con la belleza, y su infierno merma”, precisó Gloria, una de las impulsoras de la movida.

Hay más de ciento ochenta internas en la cárcel de mujeres de Rosario, y la cárcel tienen una biblioteca que necesita más libros. En junio pasado, un brote de covid 19 enfermó a treinta internas, una de ellas falleció, y la situación de por sí muy dolorosa se agravó. En esa oportunidad la defensora general de Santa Fe, Jaquelina Balangione, además de pedir al Ministerio de Salud provincial que las mujeres sean incluidas en la campaña de vacunación informó que "hay un pabellón de madres que conviven con 12 niños de cero a cuatro años".

La idea entonces con la colecta de La Palabra Colectiva es “sumar lecturas para las mujeres y los niños que viven junto a sus madres, y juntar libros para que crezca su biblioteca”.

Desde este movimiento pidieron “a quienes son autores de libros y deseen aportar uno de sus libros, que será bienvenido, y que también aporten otro libro de un autor que admiren”, ya que “la mezcla de autores, los libros para chicos, los distintos títulos, todos los libros que se sumen no van a reponer las palabras que faltan para sobrellevar ese tipo de aislamiento, pero la intención es repetir la acción del ‘libro abierto’ en otro ámbito, en uno  como la Unidad 5, para que sea leído y que con su contenido y su impronta, el libro se juegue su destino”.

Rosarioplus.com quiso saber cómo surgió la propuesta de esta campaña particular, y Gloria recordó: “En La Palabra Colectiva había un grupo de lecturas feministas, en una convocatoria abierta con muchas escritoras. Se sumó Graciela Zulema Rojas, que había trabajado en la cárcel de mujeres con talleres y con la organización llamada Mujeres Tras las Rejas. En paralelo supimos que se armó una biblioteca en una cárcel de Buenos Aires, y a partir de eso lo comenté en el grupo, y entonces Graciela contó que en la cárcel de mujeres de Rosario hay una biblioteca pero que es de muy difícil acceso, los libros no llegaban fácilmente. Entonces nos pidió que cuando reuniéramos los libros, se los acercáramos a ella para que lo acerque a las mujeres privadas de su libertad”. Entonces La Palabra se puso en acción, y con la librería Oliva como eslabón de recepciones en el centro rosarino, la campaña fue lanzada.

Gloria recordó que el lazo con las mujeres en situación de encierro es primigenia en esta agrupación feminista de escritura: “Cuando empezó esta colectiva hicimos un collage de textos, y también participaron las mujeres de la cárcel. El primer texto fue de Angélica Gorodischer”.