Paul Auster cree que cambiaron los nombres, pero que el mapa permanece. Hace un año, junto a Siri Hustvedt, decidieron volcar algo de esa dinámica de trabajo de pares que ejercitan hace cuarenta años en la escena pública. Junto a otros escritores e intelectuales, fundaron "Writers against Trump", un colectivo que ya desde su nombre -"Escritores contra Trump- dejaba de lado las medias tintas y se proponía ayudar en la campaña electoral que llevó al demócrata Joe Biden a la presidencia.

Se definían como "un movimiento de autores y autoras convocados en contra del régimen racista, destructivo, incompetente, corrupto y fascista de Trump en busca dar nuestro lenguaje, pensamiento y tiempo a su derrota".

"Me preocupa el poder creciente y extremadamente peligroso de la derecha en Estados Unidos y de personajes que quieren destruir la democracia. El poder de los republicanos locos es realmente grave", advierte Auster, quien no ha temido involucrarse en la militancia política para resistir los movimientos fascistas, nacionalistas y supremacistas blancos.

- Ahora Trump se ha ido, pero el riesgo del avance de la derecha parece latente. ¿Qué cuestiones de la realidad política y social le preocupan más en la pospandemia?

- Paul Auster: El punto es que, en principio, siento que lamentablemente falta bastante para la pospandemia. No paramos con nuestro trabajo, cambiamos el nombre de "Writers against Trump" por "Writers for democratic action". Cada vez somos más. Empezamos siendo 7 y ahora somos unos 200. Nos interesa proteger la democracia del fascismo y promover y proteger el derecho a votar. Con nuestras actividades buscamos informar a la gente, hablar claro sobre las elecciones en los "swing states" (aquellos estados que no tienen un candidato claro en las encuestas) y ayudar a la gente a sumarse, a darle curso a la participación. Sigue en pie e implica mucho esfuerzo porque todos somos escritores en actividad, muchos dan clase en la universidad, pero encontramos la forma de hacernos un rato para impulsar el espacio. Tenemos una reunión de comité una vez por semana, nos encontramos por zoom: hoy a la noche me toca otra vez.