A 42 años de la intervención a La Biblioteca Vigil por la dictadura cívico militar, este lunes se realiza el primer recorrido guiado del año como legítima forma de transmitir la historia de la institución declarada “sitio de memoria del Terrorismo de Estado”. La cita es gratuita, sin previa inscripción, a las 18 en Gaboto 450.

Se trata de un recorrido un poco más especial que los usuales, ya que La Vigil se encuentra como institución en colaboración con sus miembros históricos de audiencias en la causa federal Feced III dónde se escuchan los valiosos testimonios que relatan la intervención a la institución.

Un viejo Fiat lleno de polvo y hornos incineradores en el lúgubre sótano. Pasillos extraños, miles de fotografías y otros tantos miles de libros. Un observatorio astronómico, un teatro, tres escuelas terciarias. En los siete pisos del edificio ubicado en la esquina de Alem y Gaboto, donde se erige la histórica Biblioteca Vigil, el pasado se mezcla con el presente. 

La Vigil nació como una pequeña biblioteca, idea de un grupo de adolescentes allá por los años 50, quienes socializaban en la vecinal. Pero fue creciendo al ritmo de su sello editorial, sus escuelas de los tres niveles, su reconocida rifa, su mutual y llegó hasta tener un museo de Ciencias Naturales.

Hoy, la Biblioteca Vigil es un complejo social, cultural y educativo, con más de 2500 socios activos de los barrios Tablada y Villa Manuelita, quienes se sienten parte del proyecto y aportan a la recuperación y reactivación de actividades.

El recorrido comienza en la parte de biblioteca, en el segundo piso, donde se podrán ver imágenes de todas las épocas: de los inicios como institución en 1959 cuando los jóvenes se organizaron, de cuando compraron el terreno y construyeron de a poco el edificio. También imágenes sobre el exponencial crecimiento de sus rifas, con ganancias millonarias y hasta un centro de cómputos. Se podrán conocer los 92 títulos impresos desde su editorial, que comenzó a funcionar en 1966. Se podrá observar el telescopio del observatorio en su terraza, cuyo lente fue profanado y quedó en desuso para siempre. Y, claro, se podrá también disfrutar de una invaluable vista de la ciudad desde la terraza, con el río de fondo.

También durante el tour se podrá conocer la etapa más oscura, con la intervención en 1977. Hubo más de 20 socios desaparecidos, y ocho miembros de su comisión directiva estuvieron presos y fueron torturados en busca de “información subversiva” nunca hallada.

En el paseo por el teatro de su planta baja se podrá conocer más sobre su diseño particular, cuyas instalaciones fueron saqueadas por el Ejército durante los tres años de su intervención, destino que sufrieron también alrededor de 60 mil libros y toda clase de objetos, como los animales disecados del museo, “saqueados hasta el año 2008”.

El recorrido termina en el sótano, espacio que para la historiadora García es un “símbolo del terrorismo de Estado” porque hay indicios de que se trató de un lugar donde se llevaba de manera temporal a personas desaparecidas y detenidas en la dictadura.