Aunque la provincia de Formosa no tiene tradición futbolera, el estadio Don Carlos Antonio Romero, donde este miércoles Rosario Central enfrentará a Belgrano de Córdoba en la búsqueda de la tercera final de Copa Argentina consecutiva, ya se volvió una referencia en el torneo más federal del fútbol argentino. Inaugurado hace ya más de tres décadas, fue construido sobre el antiguo aeropuerto, tal es así que en una esquina de la cancha aun puede verse la vieja torre de control.

El gobierno provincial apostó fuerte por ser sede del torneo como una estrategia para promover a Formosa. Pero no todo es fútbol: a 200 metros del estadio se está terminando de construir un importante velódromo y desde hace algunos años los equipos de voley y básquet formoseños cuentan con un nuevo gimnasio para competir en las ligas nacionales de cada disciplina.

Una muestra del interés de la gobernación por albergar a la Copa Argentina es el cuidado por el césped del estadio. Cuando comenzó a disputarse el torneo en el Romero, el campo de juego tenía siete variedades de semillas diferentes. Este año, una sola. Incluso, el encargado del mantenimiento del césped del complejo de la AFA en Ezeiza estuvo trabajando para mejorar el verde. Tranquilos canallas. hay promesa de que el campo de juego para esta noche va a estar en muy buenas condiciones.

No me molestes mosquito

En Formosa hay un estricto control de los mosquitos para evitar la propagación del temido dengue. Incluso, para el partido de este miércoles se tomó el cuidado de fumigar las instalaciones del estadio. Así, los vestuarios, los espacios destinados a la prensa y todos aquellos sectores donde abunda el césped fueron desinfectados.

En la provincia hay tranquilidad respecto al control del dengue, pero la llegada de las Fiestas y su proximidad con el vecino Paraguay enciende las alarmas. Es que en el país limítrofe los controles son más laxos y se espera un fluido tránsito de personas entre fronteras. "No hay un formoseño que no tenga parientes en Paraguay y viceversa", dicen.

Sin pescado a la parrilla

Una ingrata sorpresa para quienes se acercaron a Formosa con la expectativa de degustar un buen pescado a la parrilla. La veda pesquera hace que no haya ejemplares de pacú o surubí frescos para tirar a las brasas. 

Lo poco que se consigue está congelado desde hace tiempo y es ofrecido en los restaurantes en platos más elaborados. Pero de parrilla, nada. Otra vez será.

De shopping

Este miércoles podía verse desde temprano un intenso tráfico de barcazas en la bellísima costanera formoseña. Son las que cruzan el río uniendo a Formosa con la localidad paraguaya de Alberdi. Los hinchas canallas y piratas que llegaron hasta la ciudad para ver el partido aprovecharon la ocasión para cruzar al vecino país y hacer algunas compras.

Así, podía verse una cola de hasta 300 metros para cruzar el río con rosarinos y cordobeses que aprovecharon para cruzar a Alberdi a hacer "shopping" y volverse con artículos electrónicos e indumenatria.