Coudet acertó con el planteo, y tuvo en Nery, en Cervi y Ruben los puntos altos de un equipo que supo edificar la victoria ante los sanjuaninos.

Caranta: No estuvo en su noche. Lo exigieron una sola vez, y fue gol. No parece haber responsabilidad directa en la jugada, pero quedó la sensación de que el uno podría haber hecho algo más. Tampoco jugó bien con los pies.

Salazar: Buena imagen para su primera vez en el Gigante. A diferencia de Elías Gómez, a quien reemplazó, mostró firmeza y determinación en sus participaciones. No cometió faltas, y se proyectó con criterio.

Yeimar: Le hizo bien salir un partido. El colombiano volvió “recargado”. Firme en la marca, no incurrió en sus habituales pifias. Y hasta se animó a salir jugando por abajo varias veces. Un solo lunar: lo amonestaron.

Donatti: Esta vez, como le había pasado a Ruben ante Tigre, le tocó vestirse de héroe en el final. Preciso cabezazo y segundo gol consecutivo para el Flaco. Además, en lo suyo, cumplió. Ganó de arriba, y sólo cometió dos faltas.

Villagra: Aparece en primera plana en la foto del gol de San Martín. Y eso nunca es bueno para un defensor. No pudo evitar que Pumpido cabecee cómodo para anotar. Canceló su sector, y pasó bien al ataque, pero no lastimó.

Musto: Con su despliegue, aportó quite en el medio. Aunque cometió cuatro faltas. Además, sintió el esfuerzo, y no pudo completar el partido. Lo reemplazaron promediando el complemento.

Nery Domínguez: Otro buen partido. Condujo al equipo en el primer tiempo. En el segundo, jugó un poco más contenido, pero nunca resignó el buen trato de pelota. Terminó con lo justo en lo físico.

Cervi: Gran primer tiempo. Encaró siempre, y desniveló. Exquisita definición en el gol. Después, en el complemento, participó menos. Demasiado ocupado en el retroceso, lo suyo fue perdiendo peso.

Delgado: Otro buen primer tiempo, como ante Defensa y Justicia. Ardente le sacó su gol. Cuando la pelota pasó por sus pies, mostró jerarquía. Pero en la segunda parte se fue apagando hasta el reemplazo.

Aguirre: Sigue mejorando la terminación de la jugada. Un par de centros suyos casi culminan en gol. Ganó varias veces por la banda izquierda, y colaboró con Villagra a la hora de defender.

Ruben: Aunque poco lúcido, hizo un muy buen partido. Ganó muchas divididas, y le dio alto valor a cada pelota que capitalizó. No pudo patear ningún tiro al arco, pero entregó una asistencia perfecta en el gol de Cervi.

Desde el banco

Barrientos: Dejó pasar otra chance. Cada vez que Coudet apostó por él como recambio, no rindió. Le costó encontrar su lugar en la cancha. Intrascendente.

Niell: Ingresó en otra sintonía. Peleó demasiado y ganó poco. Para colmo, aunque aparentemente sin mala intención, golpeó a un rival y le produjo un corte. Lo podrían haber expulsado.

Colman: Como en ocasiones anteriores, su inclusión fue determinante. Pese a que estuvo poco tiempo en cancha, gravitó. Las pidió todas, y fue inteligente para distribuir. La frutilla: el centro exacto para el gol de Donatti.

El técnico

Coudet: Acertó con el armado inicial. Los ingresos de Gómez Andrade y de Salazar, le otorgaron mayor consistencia a la defensa. Y lo de Musto en el medio, acompañando a Domínguez, fue positivo. Su equipo volvió a hacer un buen primer tiempo. Pero en el complemento, no supo sacar provecho de estar en ventaja. No se paró para contragolpear, ni mantuvo el dominio de la primera parte. Y si bien es cierto que le llegaron poco, le empataron. Y casi deja escapar dos puntos más. De todos modos, ganó, y la campaña que viene realizando está fuera de cualquier discusión, por encima de las expectativas. Y con un plus, la saludable propuesta de salir a buscar siempre.

El árbitro

Trucco: Mal partido. Mostró un particular criterio para aplicar la ley de ventaja. A veces, la transformó en lo contrario. Su peor yerro fue no ver el golpe de Niell a Iberbia. Más allá de si hubo o no mala intención en la acción, quedó la sensación de que era roja para el hombre de Central. Amonestó bien. Pero tomó decisiones erradas en varios fallos de pelotas divididas. Expulsó a Coudet a instancias de un ayudante. Y nunca consiguió que el DT auriazul deje el campo de juego.