¿Seguirá Eduardo Coudet como técnico de Rosario Central? La respuesta a esa pregunta es la única que le interesa conocer por estas horas al hincha auriazul. La duda sobre la continuidad del Chacho en su cargo se instaló, en el ámbito público, apenas terminado el partido ante Atlético Nacional en Medellín. Pero la directiva Canalla ya estaba al tanto de esta posibilidad desde hacía un par de meses. Ahora, retener a Coudet se transformó en “tema de estado” en Central. A la vez, en la más compleja tarea a resolver por esta comisión directiva desde que conduce los destinos del club. 

El resultado de la serie de cuartos de final por Copa Libertadores ante los colombianos iba a marcar un punto de inflexión en el fútbol del Mundo Central y los dirigentes auriazules lo sabían. Es que, a mediados de marzo, el propio Coudet les había anticipado claramente la posibilidad de su partida si este primer semestre cerraba “sin éxito deportivo”. El Chacho planteó públicamente su intención en la conferencia de prensa post derrota en Medellín, cuando sobre el tema dijo: “Pensar hoy en continuar como técnico en Central es muy difícil”.

El escenario actual, no se modificó demasiado del que se generó tras la eliminación copera. Después del partido de este lunes ante Belgrano en Córdoba, el DT canaya se tomará unos días para evaluar la coyuntura. Recién luego se reunirá con la directiva centralista para decidir si ratifica su postura, lo más probable, o la revisa.

Mientras tanto, los hinchas de Central le muestran su apoyo desde distintos lugares. Ayer, lo hicieron con una manifestación en la entrada del predio de Arroyo Seco, antes de la partida de la delegación a Córdoba. Desde que se conoce la chance concreta de que el Chacho deje el club, desde las redes sociales, con los hashtags #QuedateChacho y “#Vosnosdevolvistelailusión.

¿Tendrán los dirigentes auriazules la habilidad/capacidad de convencer a Coudet para que siga? La tarea para los mandatarios no asoma sencilla. Es más, al menos por ahora, parece la más compleja a concretar desde que asumieron la conducción del club, hace más de un año y medio.

¿Por qué se iría Coudet?

Nadie en el Mundo Central, dirigentes, jugadores e hinchas, quiere que el Chacho deje su cargo. Pero todos saben que la decisión está dando vueltas en la cabeza de un entrenador que vivió el año y medio de gestión al frente del equipo de manera muy pasional e intensa. Pero lo principal, es que Coudet anunció la posibilidad de partir a mediados de marzo, tras uno de los triunfos coperos frente a River de Montevideo. Palabras más, palabras menos, el DT les advirtió a los directivos que, en caso de que no se consiguiera un “éxito deportivo” en este primer semestre de 2016, consideraba su “ciclo cumplido” en Central.

Por eso, desde hace unos días a esta parte, hasta trascendieron nombres de posibles reemplazantes del Chacho. Y si bien no hubo contactos con ninguno de ellos, los dirigentes auriazules vienen analizando el tema desde que el Chacho planteó su postura.

La salida del Chacho de Arroyito obedecería, básicamente, a dos cuestiones. Por un lado, a que el equipo perderá jerarquía en las vacaciones de invierno a partir de la inexorable partida de algunos futbolistas. Por el otro, al desgaste que supone el “método Coudet” de entrenamiento, alta exigencia a los jugadores con el conse-cuente desgaste de la relación entre las partes sin lograr el “éxito deportivo”.

El plantel sufrirá bajas de peso. No hay dudas de ellos. A la venta de Franco Cervi, se suman las probables desvinculaciones de otros jugadores titulares entre las que asoman como abanderados Alejandro Donatti y Marcelo Larrondo. A esto hay que anexarle la inminente transferencia de Giovanni Lo Celso a Europa. Además, por el nivel que mostraron otros futbolistas, en el ambiente “mercado futbolero”, vaticinan que aparecerán ofertas tentadoras (algunos repre-sentantes/empresarios ya las tienen preparadas), por Víctor Salazar, Walter Montoya y Damián Musto.

¿Lo podrán convencer?

En estos días, la dirigencia se esforzará por persuadir a Eduardo Coudet para que permanezca en el club. ¿El plan de los directivos? Asumir como mandato inexorable la promesa de “mantener la jerarquía del equipo”. Además, los dirigentes saben que tienen un argumento favorable que juega desde lo emocional: apostaron por Coudet como DT más allá de su falta de experiencia pro-fesional. “No quiero ser injusto con los que confiaron en mí”, es una frase habitual del DT en su entorno, al referirse a este tema.

De todos modos, al menos hoy, la expectativa de que el Chacho revierta su idea de alejarse de Central parece poco probable. La lógica indica que, cuando Coudet se reúna con las autoridades del club, les explicará nuevamente las razones que respaldan su decisión de alejarse. Y lo haría intentando encontrar comprensión en la otra parte.

Los logros futbolísticos de Coudet en el año y medio al frente del plantel auriazul, son indiscutibles. Desde bajar una idea de juego del pizarrón a la cancha, pasando por la identificación del hincha con esa idea, más el protagonismo asumido en la pelea de casi todas las competencias en que participó, y la jerarquización de un plantel, hasta la revalorización de Central en el ámbito futbolístico a nivel nacional y sudamericano.

Pero el Chacho sabe que no hay campeón sin corona, ni vuelta olímpica. Y, méritos de lado, el no haber conseguido ese título que se le niega al Canalla desde hace largo tiempo, y que desvela al hincha, sería también un motor para darle fuerza a su partida.