El debut de Paulo Ferrari fue para el olvido. Ganar era lo mínimo como para arrancar con el pie derecho y despejar las críticas y prejuicios que le asestaron ni bien tomó la dirección técnica tras la ruidosa salida de Edgardo Bauza. Pero terminó perdiendo frente a un equipo del Federal A, dos categorías por debajo del plantel de Rosario Central.

Ferrari intentó descomprimir la situación pero con un tono forzado dijo que lo mejor era apuntar a la Superliga: "Tratamos de tomar como prioridad Belgrano, esa es la realidad. El sábado tenemos un partido que para nosotros es una final y la prioridad es el sábado (…) La realidad es que en la Superliga tenemos que sumar puntos".

"Entrenamos solamente un día y después hablamos con un pizarrón", dijo como para graficar el escaso tiempo desde el sábado por la mañana hasta este martes. "Los chicos que jugaron hoy vinieron a hacer un partido muy complicado y dejaron todo, hay que darle para adelante y hay que levantarlos", sostuvo.

"Sabíamos que iba a ser un partido difícil después del cambio de técnico y podía pasar esto. Se dio un partido malo, no jugamos bien, eso está claro", reconoció, y afirmó que los jugadores más experimentados que entraron en el segundo tiempo cambiaron el partido.