Rosario Central empató con River 2 a 2 en el Gigante de Arroyito, el día que Ruben se convirtió en el máximo goleador de la historia del club, con dos golazos. El canalla ganaba 2 a 0, pero Palavecino despertó y metió dos bombazos para empatar el encuentro.

El conjunto de Arroyito salió al partido a ser el protagonista. Con presión muy alta, e intentando tapar la salida del equipo de Gallardo, Central se paró bien en campo rival y se hizo dueño del encuentro.

A pesar de no generar tantas ocasiones, lo más importante que hizo el equipo del Kily fue anular a los campeones del torneo, que nunca encontraron su mejor nivel. 

Dominando por completo la mitad de la cancha, y poniendo en apuros a la defensa rival con la velocidad de Marinelli, la gran sorpresa, el Canalla se hizo fuerte y frustró todos los intentos de Julián Álvarez y compañía.

A los 28, en una corrida por izquierda, Vecchio le hizo un caño a Simón, habilitó a Ruben, y el delantero, como si no le pesara nada el partido ni el récord, metió un taco bárbaro entre las piernas de Armani para poner el 1 a 0 y que explote el Gigante de Arroyito, repleto de hinchas.

Los del Kily jugaron un primer tiempo prácticamente perfecto, y pudieron irse a las duchas con un 2 a 0 en el marcador, ya que en la última jugada, el 10 canalla quedó pie a mano con Armani, que muy rápido de piernas, se quedó con el duelo.

El Canalla entró a la segunda parte igual que a la primera, convencido a seguir molestando y siendo dueño del partido en su cancha, ante el mejor equipo del torneo.

A los 13, cuando River buscaba la reacción apareció otra vez el goleador, que con un cabezazo impecable, puso su nombre en lo más alto de la tabla de goleadores históricos canallas, y amplió el resultado. 99 para Ruben, que superó a Waldino Aguirre (98).

El estadio era una fiesta y Central merecía el resultado que el marcador reflejaba, pero en frente estaba ni más ni menos que el campeón del torneo.

A los 68, diez minutos después del 2 a 0, Palavecino hizo una pared con Julián Álvarez y, de afuera, la puso al lado del palo con un tres dedos exquisito, metiendo en partido a su equipo.

Y siete minutos más tarde, otra vez el volante millonario, la agarró de afuera y la clavó al ángulo para poner el 2 a 2, opacando así, todo lo bueno hecho por el equipo rosarino hasta el momento.

Como si eso no fuera suficiente, Ojeda se fue expulsado tres minutos más tarde por doble amonestación.

River, jugando como si el partido le daría el título, siguió buscando, y Central se defendió de la mejor manera para evitar la derrota, que asomaba.

Los del Kily quedarán con un sabor agridulce porque estuvieron a nada de sacarle el invicto a los de Gallardo, jugando un gran fútbol. Pero es un punto que le viene bien para la pelea por Sudamericana. Pelea que continuará el próximo sábado cuando el Canalla visite a Lanús, por la penúltima fecha del torneo.