El podio

Lioi: Tres goles en una noche inolvidable. Tremendas definiciones para anotar sus primeras dos conquistas en Central. La primera, de volea; la segunda, picando la pelota ante la salida del arquero. Además, cuando encaró con decisión por su banda, ganó.

Lovera: Lanzó el tiro libre que generó el primer gol. Ejecutó un centro exquisito a Lioi para el segundo. Y encabezó la acción que gestó el tercero. A veces se excedió en la individual, pero fue muy desequilibrante.

Zampedri: Contrariado durante todo el primer tiempo. No recibió juego claro. En el complemento, tuvo un par de chances, pero no se le dio. Gran asistencia para uno de los goles de Lioi. Aunque el equipo hizo 5 tantos, y el no marcó, estuvo entre los mejores.

Quedó en deuda

Cabezas: En su segunda presentación como titular, tampoco aprobó. Trató de jugar simple, sin complicarse. Cumplió el objetivo, aunque para ello “bartoleó” varias pelotas, algunas en forma innecesaria. La única que quiso salir jugando, la perdió en el borde del área propia. Cuando salió a cortar lejos del área, le costó.

El resto

Ledesma: Gran tapada ante Depetris en el primer tiempo, en la única que lo exigieron. En el complemento se mostró seguro en cada intervención.

Ferrari: Olimpo entregó facilidades y Ferrari aprovechó para proyectarse seguido. Se conectó bien con Lioi por la banda, pero no estuvo fino en el último pase. En el complemento acarició el gol, con un disparo que dio en el poste.

Tobio: Peinó la pelota en el primer gol del partido. Después, ganó en la mayoría de sus intervenciones. Tuvo una noche bastante tranquila.

Fernández: El partido se presentó para que pase al ataque asiduamente. Pero le faltó precisión en la finalización de las acciones. Entre esas imperfecciones que protagonizó, intentó un centro que se desvió en un rival para gritar el quinto gol. Mejoró en lo defensivo.

González: La pobre propuesta del rival le permitió jugar más cómodo que en los partidos anteriores. Además, la primera vez que fue al área rival, se encontró con un regalo para abrir el marcador.

Gil: Aportó poco en el juego. Para colmo, a la hora de ejecutar la pelota detenida, Lovera le quitó protagonismo. Al menos, colaboró con su retroceso a la tarea de recuperación de Maxi González.

López Pissano: A los pocos minutos ya había pisado el área rival llevando peligro. Aunque no es volante externo de oficio, cumplió.

Ingresaron luego:

Ruben: Volvió de una lesión muscular y se mostró en buena forma. Tuvo una chance para convertir, pero optó por buscar una asistencia para Zampedri.

Ortigoza: Sumó sus primeros 20 minutos en Central, y le tocó hacerlo en un partido que estaba liquidado. Mostró precisión en la distribución y muy poco más.

Pablo Becker: Entró pocos minutos y casi no participó del juego.

El técnico:

Leo Fernández

El equipo jugó el partido más cómodo de su ciclo. Es cierto que el rival entregó facilidades, tan real como que Central contó con la capacidad ofensiva necesaria como para sacar provecho de esas deficiencias. Abrió el partido rápido y no se conformó. Se fue al descanso con dos goles de ventaja, y jugó el segundo tiempo sabiéndose dueño de los tres puntos, con serenidad y soltura. Sólida producción, terminó goleando, logró la tercera victoria consecutiva en la Superliga y el cuarto triunfo en cuatro presentaciones en el Gigante. Números contundentes.