Manuel García: Lo exigieron muy poco. Su mayor aporte fue con el pie, de 14 pases que realizó, acertó 12; y muchos de ellos fueron de larga distancia buscando a Larrondo.

Pablo Álvarez: Sólido trabajo defensivo por las dos bandas, cometiendo una sola falta. Además, ejecutó con picardía el lateral que derivó en el gol del triunfo. Y hasta se dio el gusto de rematar desde lejos y exigir al arquero rival.

Alejandro Donatti: Muy firme de arriba, sacó todo. Generalmente jugó sobrando, y lo hizo bien. No cometió infracciones. Estuvo algo impreciso con los pies: falló 3 pases sobre 16 malas entregas de todo el equipo.

Javier Pinola: La jerarquía de siempre. Ganó casi todas en el mano a mano al difícil Ayoví. Y no incurrió en faltas. La única mancha fue en el complemento: un yerro suyo podría haber generado un gol rival, pero no pasó a mayores.

Cristian Villagra: Dueño de la banda izquierda. Pasó poco al ataque. Pero se nota que no está en plenitud física. La lesión que sufrió en el tobillo en el final del torneo pasado, le sigue pasando factura. Se fue reemplazado.

Walter Montoya: Jugó demasiado volcado al centro, y allí lo suyo perdió peso. De todos modos, acertó 9 de los 10 pases que dio, y le cometieron 3 faltas. Por despliegue, obligó siempre. Pero puede dar mucho más.

Damián Musto: Las peleó todas en el medio. Y cumplió en la distribución, aunque sus pases son generalmente a un destinatario cercano. El lunar; se anotó con 3 faltas y una amarilla, demasiado para lo que exigió el rival.

José Luis Fernández: Sin brillar, hizo un buen partido. Aportó un incansable ida y vuelta por su banda. Y aunque participo poco del juego, ejecutó algunos centros que generaron peligro.

Franco Cervi: Le cuesta calzarse el traje de armador. Al menos, en el primer tiempo, probó tres veces al arco. Aunque siempre con escasa convicción. El rato que jugó de mediapunta, se insinuó más peligroso. Pero quedó en eso.

César Delgado: Muy buen primer tiempo. Activo, fue parte de cada avance del equipo. Además, metió un anticipo perfecto para ganar de cabeza el lateral largo ejecutado por Álvarez. En el complemento se cansó, y lo cambiaron.

Marcelo Larrondo: Pivoteó muy bien durante toda la noche. Ganó varias de arriba y generó faltas. En la segunda parte coqueteó con el gol. Se perdió uno que parecía fácil, y el arquero le sacó un cabezazo cruzado.

 

Ingresaron

Víctor Salazar: Se paró sobre la derecha y se lo notó acelerado, como otras ocasiones. Cuando se serenó, hasta se proyectó con criterio.

Giovanni Lo Celso: Con un puñado de minutos en cancha le alcanzó para demostrar que es el armador natural, titular, del equipo. Un centro perfecto suyo casi termina en gol de cabeza de Larrondo.

Gastón Gil Romero: Ingresó para jugar como doble cinco con Musto. También entró acelerado, pero rápidamente se acomodó. Dinámico y veloz. Cumplió.

 

El técnico

Eduardo Coudet: Los estrenos nunca son sencillos. Y para colmo, le tocó hacerlo sin el primer actor, Marco Ruben. Sin embargo, la obra fue exitosa. Sin brillar, su equipo sumó los primeros tres puntos del torneo. Central fue práctico, generó poco, pero casi no le llegaron. No pudo liquidar el partido por falta de precisión antes que por lo que opuso el rival. Pero ganó sin dejar dudas en la antesala del Clásico. Y eso tiene un valor extra.

 

Al árbitro

Ariel Penel: Muy buen arbitraje. No se dejó impresionar por las actuaciones de los protagonistas, ni por las exigencias de los hinchas. Siguió las jugadas de cerca, y mantuvo un criterio uniforme para amonestar durante todo el partido. Lo suyo fue tan sobrio, que parecía un juez extranjero.