Rosario Central empató ante Boca un partido para el infarto en el Gigante de Arroyito. El Canalla fue siempre arriba en el marcador y mereció quedarse con la victoria, pero cometió, como en casi todas sus derrotas, errores de inocencia o falta de concentración, y rescató solo un punto con sabor a poco.

Cuando ambos equipos se estaban acomodando, los de Russo se encontraron con un córner del cual casi sacan provecho, apenas al minuto de juego. Malcorra se hizo cargo de la ejecución y Veliz ganó de arriba pero Romero estuvo atento para detener el remate.

Poco a poco, Central cedió el protagonismo y también apareció un gran nivel de los de Almirón, que intentaban darle dinámica a la tenencia y lograron aproximarse al área canalla, aunque sin darle demasiado trabajo a Fatura Broun.

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A pesar de no hacerse dueños de la pelota, eran los rosarinos los que seguían generando situaciones para ponerse delante en el marcador, y la segunda clara llegaría desde los pies de Jaminton Campaz. El colombiano recibió un centro y la empalmó de volea pero se encontró con un rápido Chiquito Romero, que despejó al córner.

La rotura del empate llegaría en la tercera para los de Russo: Montoya, como se lo pedía Miguel, puso a correr a Giaccone a la espalda de Barco, el juvenil se sacó de encima al Colo y, ya dentro del área, sin marca, lo fusiló al arquero xeneize, que, esta vez, nada pudo hacer ante el remate.

Central cambió la cara y el gol fue un golpe anímico importante para la visita. El Canalla comenzó nuevamente a dominar el encuentro y, cómodo arriba en el resultado, mostró esa faceta competitiva llevando el partido cada vez más lejos de su arquero.

El arranque del segundo tiempo, en donde se esperaba una respuesta del Xeneize, sentó mejor para los rosarinos, que entraron convencidos a hacerse fuertes una vez más en Arroyito.

Central tuvo dos chances demasiado claras para estirar el resultado, pero Giaccone y, sucesivamente, Campaz, las desaprovecharon. El primero hizo una gran jugada y tardó demasiado en disparar, mientras que el colombiano remató algo mordido.

Con vida, dada por el propio Central, Boca llegó al empate cuando, quizás, menos lo merecía. Desde una buena jugada por derecha, Payero aprovechó un centro para poner el 1 a 1, a pesar del intento desesperado de Quintana por rechazar el balón.

Sin embargo, el golpe no fue letal para los de Russo, que siguieron yendo en busca de la victoria, y obtendrían su premio rápidamente: Campaz se inventó un centro a medida y Veliz les ganó a todos por el segundo palo, estampando el 2 a 1 en el marcador.

Central superó a Boca en todo el encuentro, sobre todo cuando fue arriba en el marcador, pero volvió a tener esos errores que son inaceptables a la hora de pelear un campeonato. Marcó mal en la última jugada, el Xeneize no lo perdonó, y se lo empató con gol de Figal.

Sabor ultra amargo para los rosarinos, que ven, una vez más, como se le escapan dos puntos en el último instante del encuentro.