Central perdió ante Aldosivi en Mar del Plata por 2 a 1. El Canalla mejoró con los cambios en el complemento, llegó al empate y mereció ir arriba, pero durmió en defensa y el Tiburón se lo comió sobre el final.

Los de Tévez sufrieron desde el minuto uno, se vieron perdidos en la cancha y no lograron generar situaciones para poner el resultado a su favor.

Montoya y Benítez no se adueñaron nunca de la mitad de la cancha, mientras que ni Ferreyra ni Malcorra pudieron desequilibrar por los costados. Covea, por otra parte, no encontró su lugar en el partido y pasó desapercibido.

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El Tiburón, por su lado, con muy poco, inquietó en varias ocaciones a una defensa canalla que se notó desconcertada en casi todo el encuentro.

Después de varios errores groseros en los retrocesos de la defensa rosarina, finalmente los de Somoza lograron abrir el partido desde un pelotazo donde, después de un rebote, Ríos puso el 1 a 0.

En la segunda mitad se vio otro Central, y así como el mal planteo de la primera etapa fue, en gran parte, culpa de Tévez, también la clara mejoría durante los segundos 45.

El ingreso de Véliz le dio otro peso en ataque al Canalla, que ya no solo contaba con la velocidad de Frías, sino también con el juego aéreo del joven delantero.

Además, Gino Infantino encontró mejores posiciones que Covea para lastimar, y le dio otra profundidad al equipo. En el mejor momento de los del Apache, apareció el gol de Báez, que la calzó de volea después de un cabezazo, para poner las tablas en el marcador.

Con el envión anímico y un Aldosivi que se veía inferior, el canalla generó situaciones como para ir arriba, pero Devecchi sacó todo su repertorio y le negó la victoria.

Cuando quizás Central merecía más, en otra desatención defensiva, los de Somoza aprovecharon para sorprender y sellar la victoria. Maciel entró desde atrás después de un centro por la derecha, nadie lo marcó, y le rompió el arco a Servio, que nada pudo hacer.

Al Canalla le costó salir, no reaccionó, y se quedó con las manos vacías en Mar del Plata, a pesar de la clarísima chance que desaprovechó el juvenil Infantino en la última del partido.