Rosario Central empató en el Gigante de Arroyito ante Colón y se quedó con un sabor amargo en el último partido del torneo y del año. Los de Tevez resumieron su semestre en este encuentro: les volvió a faltar chispa y erraron en los últimos metros.

El Canalla entró al encuentro dormido, y antes del minuto de juego, Colón ya se había puesto arriba en el marcador. La defensa arrancó mal parada, Wanchope aprovechó, habilitó a Pierotti, y el extremo rompió las tablas con arco vacío.

Los rosarinos intentaron reaccionar desde el primer minuto, pero el golpe fue fuerte y les costó encontrar buenas sensaciones.

Las constantes subidas de Blanco le dieron aire a un equipo que sufría demasiado para hacer más dinámico sus ataques.

El primer tiempo pasó sin verse un Central muy lúcido. La falta de ideas y de movilidad arriba le costó caro al canalla, que se fue al entretiempo prácticamente sin generar chances. Sin embargo, el Sabalero se conformó con el 1 a 0 en el marcador.

La segunda parte comenzó diferente y, una vez más, apareció el Central que vimos en algunos tramos del torneo, con mucho esfuerzo y dedicación, a pesar de no contar con la jerarquía necesaria para quebrar las defensas rivales.

El empate, ansiado y merecido, llegó desde los pies de Damián Martínez: Buonanotte lo habilitó y el lateral la clavó arriba para poner las tablas en el marcador.

Cuando parecía que llegaba el momento de los de Tevez, el partido entró en un bache y Central volvió a notar la falta de lucidez, principalmente en la parte de arriba.

Los cambios no le sirvieron al Apache, e incluso pudo perderlo por alguna desconcentración en el fondo. Servio salvó a veces, y la ineficacia de los delanteros sabaleros también ayudó para que persista el empate.