Central empató ante Platense en el Gigante de Arroyito por 1 a 1. El equipo de Tévez entró dormido y comenzó siendo dominado por la visita, pero reaccionó después del gol, empató, y hasta mereció ir arriba. Luego, en la segunda mitad jugó mucho tiempo con un hombre de más, pero no supo aprovecharlo.

El arranque de la primera parte no fue favorable al Canalla, al que le costó mucho acomodarse, y se vio sobrepasado por Platense.

Los rosarinos aguantaron llegadas y llegadas de la visita, hasta que después de un centro de la izquierda, la pelota rebotó y le quedó a Ramiro González, que la empujó para poner el 1 a 0.

Luego de eso, el partido dio un giro de 180 grados, Central se despertó, y comenzó a dominar el juego en todos los aspectos. A pesar de no contar con gran lucidez en los últimos metros, las ganas le alcanzaban para meter a Platense atrás y generar ocasiones.

En un tiro libre lejano, Candia quiso probar, se resbaló, y la suerte le jugó a favor a los de Tévez ya que la pelota le quedó a Veliz, quien definió para empatar el encuentro. Sin embargo, en el intento de remate, el uruguayo pateó con las dos piernas y el VAR anuló la jugada.

Pero poco le costó a Central volver al partido, ya que unos minutos después, volvió a la carga, Buonanotte quedó de cara al arco rival y se la tocó por arriba a Ledesma, poniendo las tablas en el marcador.

La segunda mitad arrancó con viento a favor para los de Tévez, que no solo dominaban el juego, sino que contaron con superioridad numérica después de la expulsión de Villalba, a los 20 de los segunda parte.

Sin embargo, ese hombre de más le jugó en contra a los de Arroyito, que se vieron con la obligación de ser superiores, y no pudieron aprovechar esa ventaja.

Salvo Buonanotte, el equipo no se animó a atacar con mayor ímpetu, y le dio a Platense la comodidad de defenderse y salir de contra, donde pudo hacer algo de daño.

Si no fuera por las jugadas aisladas del juvenil, al Canalla le costó mucho generar situaciones, algo totalmente contrario a lo que ocurrió en la primera mitad.

A diferencia de los partidos pasados, Tévez erró en los cambios, no le funcionaron, y su equipo se quedó con un punto muy agridulce en su estadio y ante su gente.