Los leprosos tuvieron su tradicional celebración previa al clásico. Se realizó otro banderazo en el Coloso Marcelo Bielsa, con el pedido de siempre para los jugadores: ganarle al rival de toda la vida el próximo domingo. Las puertas del Marcelo Bielsa abrieron a las 18 para esperar que los jugadores salgan al campo de juego a encontrarse con la gente como ocurre ininterrumpidamente desde 1996. Finalmente el plantel se hizo presente pasadas las 20.

Como siempre fue una fiesta y esta vez también sirvió de despedida hasta después del receso. Es que la primera parte del campeonato llega a su fin justo con el partido más esperado por todos en la ciudad. Y eso, sin duda,  le agrega un condimento más al encuentro.

Hubo un fuerte operativo desde temprano e incluso en algunas calles no tan cercanas al Coloso. El control fue estricto y se aplicó el Tribuna Segura, que obligó a los hinchas a exhibir el DNI para ingresar al estadio.

Antes del banderazo, el plantel rojinegro cumplió con un nuevo entrenamiento. El equipo para enfrentar a Rosario Central todavía no está confirmado aunque es prácticamente un hecho que el juvenil Joaquín Varela debutará como titular en la zaga central. 

Un poco de historia

El primer banderazo se realizó en 1996 mientras se construía la platea superior este del estadio en el Parque de la Indepedencia. En ese momento, un grupo de hinchas organizó una movida de apoyo al plantel en la previa al clásico que luego Newell's ganaría por 2-0 en Arroyito y que se suspendió cuando cayó una bomba de estruendo al campo de juego antes que Gustavo Raggio se dispusiera a patear un penal. Desde entonces, el banderazo se convirtió en un clásico para los hinchas leprosos en la previa a cada cruce ante el Canalla.