Newell's: un desconcierto que no termina
Newell's volvió a perder, esta vez ante Lanús, con actuaciones individuales que no ayudan a ilusionarse con la recuperación del equipo.
Sebastián D’Angelo: le tapó tres mano a mano a José Sand y mantuvo a Newell’s en partido. Nada que hacer en los goles. Evitó una goleada mayor.
Marcos Cáceres: perdió en velocidad y en la marca no anduvo bien.
Fabricio Formiliano: seguro en varios cruces, aunque también perdió un par de veces a Sand. Se fue acalambrado en el segundo tiempo.
Sebastián Domínguez: venía bien, pero perdió con Gustavo Gómez y permitió el gol de Martínez. En el complemento entró en el desconcierto general.
Emanuel Insúa: una mala noche. No pudo con Lautaro Acosta, al que le hizo el penal. Como estaba amonestado, vio la roja en esa jugada la marca.
Luis Advíncula: buen primer tiempo, ayudando en ofensiva y retrocediendo en defensa. Después se apagó como todo el equipo.
Diego Mateo: la entrega de siempre, pero mucho desorden. Perdió a Román Martínez en el primer gol del Granate.
Denis Rodríguez: nunca se acomodó a jugar como doble cinco. Salió en el entretiempo.
Daniel Mancini: prolijo en la marca. Ordenado y criterioso. Hizo lo que le pidió el técnico. Una buena reaparición en el equipo.
Maxi Rodríguez: no encuentra su lugar en el equipo. Se lo nota incómodo. Poco participativo.
Lucas Boyé: peleó sólo contra los dos zagueros rivales y ganó mucho, pero le faltaron socios. En el complemento lo marcaron mejor.
Ignacio Scocco: ingresó para darle movilidad y acompañar a Lucas Boyé en ofensiva. Sus intenciones duraron solamente cinco minutos. Después entró en el desconcierto colectivo.
Franco Escobar: debió reemplazar al lesionado Formilliano. Jugó de marcador de punta, luego de zaguero y terminó como lateral izquierdo.
Mauro Formica: poco contacto con la pelota.
Diego Osella: el análisis que hizo de Lanús fue acertado, pero fallaron los intérpretes. El equipo luce muy vulnerable y ofensivamente depende de lo que haga Boyé.