Y un día Maxi Rodríguez dijo adiós. Fue en su casa, el Coloso, este lunes por la noche en un estadio que explotaba. A los once minutos del segundo tiempo fue reemplazado para la ovación. Emoción, abrazos, y cantos de todos los colores. Luego empuñó el micrófono y dijo Gracias y hasta siempre.