"Corazonada" se llama la línea de vinos que produce la bodega de Gabriel Heinze en su finca de Mendoza y habla mucho de su presente. Si bien es esquemático, puntilloso y racional, seguramente en su vuelta a Newell's, esta vez como DT, hubo mucho de corazón.

Después de dirigir en Estados Unidos vuelve a Rosario con un proyecto en la cabeza y la idea de abordar todo el espectro del fútbol. Es que, según trascendió, acordó que dirigirá también a la división Reserva. Va en consonancia con la nueva corriente de los DT, incluso europeos, que ponen especial aten ción en las divisiones inferiores que puedan alimentar la Primera. Algo parecido hizo Marcelo Gallardo en River.

"Siempre intento darle más herramientas a esta cabeza", resumió en una entrevista larga con La Nación a principios de año. Esto da la pauta que, como se dijo, la corazonada para volver a su casa no fue lo único al tomar la decisión y que no viene a probar suerte. 

El hincha de Newell's le puso muchas expectativas a la llegada del Gringo, quien podrá afrontar la Liga Profesional de Fútbol sin problemas con el promedio, y además, tendrá el plus de jugar la Copa Sudamericana. Además, tendrá varios meses de preparación del plantel.

Tipo rudo, distante del periodismo, pero querido por los hinchas por su manera de jugar. "Fui muy criticado por un sector, o por algunos periodistas, pero todas las veces que venía con la selección, salía a la calle y nadie me decía nada, Al contrario, siempre sentía cariño y respeto. Y lo mismo me sucedió cuando volví a Newell’s. Y hoy tampoco puedo decir nada: el hincha nunca me hizo sentir que no me quería", reveló en la misma entrevista.

En Godoy Cruz dirigió 11 partidos, ganó 2, empató 2 y perdió 7. Fue su ciclo más breve. En 2016/2017 estuvo en Argentinos donde dirigió 46 partidos, con 25 victorias, 14 empates y 7 caídas. Salió campeón del Nacional B y ascendió. En Vélez, 2017/2020, dirigió 71 partidos, con 31 éxitos, 22 empates y 18 derrotas. Devolvió al club a los torneos internacionales y dejó un sello.