En el estadio Tomás Ducó, donde Huracán deberá recibir el lunes a las 21 a Newell's, por la segunda fecha de la Superliga, pasaron del rock a la pala sin escalas. Es que el estado de la cancha quedó deplorable después de los seis recitales consecutivos que brindó allí el grupo La Renga.

Todo el césped, a lo ancho y a lo largo parece la vista ampliada de una mesa de tejo, puesto que su superficie quedó tachonada de agujeros por las marcas que dejaron las placas plásticas colocadas, precisamente, para evitar que el pisoteo de la muchedumbre perjudique el suelo.

“Estamos trabajando día y noche por la recuperación del campo. La zona más afectada es la parte cercana a la platea Miravé, donde estaba el escenario (sobre uno de los laterales)”, dijo el encargado del mantenimiento de la cancha de Parque Patricios, Alexis Cattáneo al portal Patria Quemera.

En el Globito ya descuentan que el campo de juego dejará mucho que desear para el lunes, cuando llegue la hora de enfrentar al visitante Newell's. "Para ellos -dijo Cattáneo en alusión a la Lepra- la idea es que la pelota corra. Después, en el próximo partido de local, el campo estará óptimo”, se conformó.

Así que el DT Llop deberá tener en cuenta un factor más a la hora de plantar el equipo en el sufrido césped del Ducó.