A diez días de que Javier Sanguinetti haya pegado el portazo y dejado la conducción técnica de Newell's, la dirigencia leprosa aún no tiene DT que lo reemplace y, lo más preocupante, se le queman los cartuchos. En las últimas horas una opción duró menos de un santiamén: Sebastián Beccacece dejó Defensa y Justicia pero ni siquiera dio lugar a la ilusión y descartó sentarse en el club del que es hincha. 

Ignacio Astore lo había sondeado y pretendía convencerlo, pero el pelilargo lo rechazó. “Hablamos con Ignacio (Astore) en estos días. Como dije en otras ocasiones, yo no voy a profesionalizar mi pasión. No voy a ir a esa institución que amo porque no estoy preparado para eso”, justificó. 

¿Y ahora? La primera opción fue Alfredo Berti que, cuando estaba todo cerrado, dio marcha atrás porque vio que no prendía en las expectativas de los hinchas. Al menos así trascendió. Rápidamente se buscó a Roberto Sensini quien sin preámbulos aceptó. En una llamativa maniobra, después del ok, la dirigencia le dijo que mejor se tomaba 48 horas para analizarlo en profundidad. Pasó más de una semana y nada.

Ricardo Zielinski sonó por ser de la talla exacta para este momento: no requiere de grandes jugadres, ordena y hace competitivo a los equipos, y le da identidad. Pero la novela con Estudiantes dejó en offside a la dirigencia que no se sabe hasta qué punto -si es que lo hizo- tentó al Ruso.

Quedan nueve fechas para el final de la Liga Profesional, una cantidad suficiente para que arranque un nuevo DT y ponga en marcha un proyecto, pero también para naufragar. Una mala elección en estos meses restantes impactará de lleno en 2023 cuando se renueve un año complejo. ¿Estarán evaluando la posibilidad de estirarla? Eso trae aparejado un riesgo enorme si no se logra salir del pozo. 

Desprolijidades mayores de una dirigencia que llegó con un colchón de legitimidad alto en las urnas y que atraviesa el peor momento futbolístico desde entonces. Porque no sólo es la vacante del DT, el equipo no responde, cayó como un castillo de naipes y perdió competitividad rápido después de sostenerse varias fechas en la cima. Encima acaba de quedar eliminado de la Copa Argentina en cuartos de final en un partido que se lo dieron vuelta con muy poco. Todas señales de que la cosa no marcha bien y un conductor justo, con espalda, conocimiento y aceptación, podría enderezar la nave.