El delantero francés, Kingsley Coman, se presentó con su auto personal, marca Mercedes Benz, a la práctica del equipo alemán, y fue multado ni más ni menos que con 50 mil euros. ¿Por qué? Esto se debe a que el club le otorgó un Audi (patrocinador) a cada uno de sus jugadores con el estricto pedido de que lo utilicen en todas las actividades ligadas a la institución.

Por este motivo, al incumplir la norma establecida por el director deportivo Hasan Salihamidzic, al delantero, que se presentó al volante de un Mercedes Clase G privado, no se le permitió la entrada al estacionamiento de jugadores de la ciudad deportiva del Bayern.

La obligación de utilizar el auto mencionado surgió a partir de que varios futbolistas del Bayern Múnich, entre ellos Robert Lewandowski y Jerome Boateng, acudieran a las distintas actividades del equipo en coches de otras marcas diferentes a la que patrocina al elenco alemán. De modo que no hubo concesiones con Coman ante su “error” y se le aplicó la dura multa.