Lionel Messi quedará después de la medianoche de e ste miércoles en libertad de acción ya partir del jueves 1 de julio estará en condiciones de negociar un nuevo contrato con cualquier club en esa condición, incluyendo al propio Barcelona, ​​donde a 24 horas de llegar a ese inédito punto límite, siguen confiando en la renovación pese a las dificultades económicas que atraviesa la institución.

La llegada a la presidencia de Joan Laporta, de buena relación con Messi desde los "años dorados" del club en la primera década del siglo XXI, para reemplazar a Josep María Bartomeu, de mala vinculación con el rosarino, renovó las esperanzas de la entidad catalana en lograr la renovación contractual del máximo ídolo de la parcialidad "culé", después de aquel ya "histórico" burofax en que anunciaba su alejamiento.

En Barcelona, ​​medios como el diario deportivo Sport mencionan un acuerdo de palabra previo al viaje de Messi a la Argentina para jugar la Copa América, que pasaría a los papeles, según soñaba el propio Laporta, o en el día del cumpleaños de "Lío" , el pasado jueves 24. Además, el presidente le trajo a su amigo Sergio Aguero, algo que seguramente pesará.

La semana pasada algunos medios españoles, no tanto de Barcelona sino algunos con base en Madrid, mencionaron un preacuerdo para una renovación por dos años, por un monto prorrateable a 10 años, para no romper con el "fair play" financiero que exige la Liga de España.

Esto consistiría en que si renovara después de esos dos años, o si no lo hiciera y terminara jugando en Estados Unidos, un deseo que alguna vez hizo público Messi, a partir de sus compromisos publicitarios y una vinculación extendida con Barcelona ya no como futbolista sino en alguna función específica, igualmente lo acordado ahora se solventaría sin demasiados contratiempos.

Para llegar a este punto de la relación que hasta mañana une a Messi con Barcelona, ​​según reseñó el mencionado diario Sport, todo comenzó en junio de 2005, cuando el por entonces flamante campeón mundial sub-20 en el Mundial de la categoría de Holanda firmó un contrato que un visionario Laporta "blindó" por 10 años, hasta 2014, a partir de una cláusula de rescisión inalcanzable por entonces de 150.000.000 de euros.

Y la última renovación de Messi que se extendió hasta mañana se oficializó el 5 de julio de 2017, aunque la firma tuvo lugar el 25 de noviembre de ese año bajo una cláusula de rescisión seis veces mayor a aquella de 2005 aunque igualmente inalcanzable por estos días , de 700.000.000 de euros, luego de elevar en el camino la original de aquel año a 250 millones.

El 30 de junio será un día muy conmocionante para Barcelona por el futuro de Messi, pero aparentemente no para él, que se encuentra, como se lo advierte en el día a día, muy feliz y disfrutando en Ezeiza con sus compañeros del ´seleccionado argentino . Seguramente debe tener todo decidido "Lío" en su cabeza, esa que le funciona "a mil", tanto como dentro de los campos de juego.