En el Bernabéu los de la Casa Blanca fueron favorecidos por un arbitraje escandaloso pero en Baviera habían terminado en gran nivel, Barcelona mereció más en el Camp Nou pero en Turín había jugado pésimo, de manera que a la hora de hacer las cuentas de los 180 minutos puede convenirse que a las semifinales de la Champions League llegaron los que más y mejor sembraron: Real Madrid, Juventus, Atlético de Madrid y Mónaco.

Tal vez en ese mismo orden y en porcentajes imprecisos puedan perfilarse los candidatos a quedarse con la tan codiciada "Orejona" cuando todavía no se ha disipado la onda expansiva de la eliminación del Barsa (con las consabidas hipótesis de ciclo cumplido) ni tampoco el fastidio de la familia del Bayern Münich por considerarse despojada por el árbitro húngaro.

De los dos colosos que han quedado en el camino es el alemán el que dispone de atenuantes sólidos: en el Allianz Arena había jugado un buen primer tiempo, en el Bernabéu se fue ganador en los 90 minutos y padeció un arbitraje del que se hablará durante mucho tiempo.

El señor Kassai rompió el partido con dos decisiones insólitas (la no expulsión de Casemiro y la expulsión de Arturo Vidal por una jugada en la que ni siquiera había cometido infracción) y todo lo que vino después estuvo condicionado por tales groserías.

Y aunque nunca sabremos qué hubiera pasado con el equipo alemán 11 contra 10 y no ya 10 contra 11 tampoco será indispensable mucha perspicacia para deducir que al tratarse de fuerzas acreditadas y parejas tal vez otra podía haber sido la historia. Esto no cancela, sin embargo, que el Real Madrid esté en un gran momento y que Cristiano Ronaldo esté en sintonía con lo que es: un extraordinario delantero, un crack de cualquier tiempo.

Favores arbitrales al margen, plantel y equipo lujosos al margen, CR 7 al margen, el Madrid persevera en demostrar que sabe sufrir, que se alimenta de los malos momentos y que eso lo convierte en poco menos que invencible. Por cierto: poco menos que invencible, lo más parecido a un equipo fue Barcelona tiempo ha y ya no lo es, ni por asomo.

Con tanto gol como el París Saint-Germain pero con una defensa y un corazón que no consta en el inventario del cuadro francés, Juventus confirmó desde la A hasta la Z que Barcelona atraviesa tiempos de marea baja y que Luis Enrique se ha revelado impotente para dotarlo de respuestas colectivas. Y sin respuestas colectivas, con una defensa permeable, con la ajada versión de Andrés Iniesta y Sergio Busquets, no hubo MSN que valiera, aunque dio la sensación de que Neymar supo tirar del carro como no supieron ni pudieron Lionel Messi y Luis Suárez.

¿Es el de Barcelona un ciclo cumplido? Para los detractores del Barsa y los pesimistas, sí; para los adoradores del Barsa y los optimistas, de ningún modo, y en realidad todo es prematuro, nadie lo sabe y recién conforme fluyan las aguas el tiempo será testigo. Entretanto, no hay margen para escándalos, si algo merece el Barsa es suprema valoración: ¡ganó 29 títulos en diez años!

El Madrid, la Juve y el inoxidable Atlético de Madrid: ganó en Madrid, empató en Manchester y puso en el bolso la tercera semifinal del ciclo de Simeone. De los tres, el de esta temporada asoma como el menos amenazante para los aspirantes de la primera línea, pero de un Aleti del Cholo siempre pueden esperarse epopeyas.

Mónaco, por ejemplo, es un equipo que parece frágil como el cristal, pero con su pasmosa contundencia y el tándem Falcao-Mbappé en estado de gracia se ha ganado el derecho de ser considerado respetable y peligroso.